Cómo Israel localizó al líder del movimiento libanés Hezbolá, Hasán Nasralá y acabó con su vida
La violencia transfronteriza entre Israel y el movimiento islamista libanés escaló fuertemente el 17 de septiembre, con los ataques de sabotaje contra los bíperes utilizados por Hezbolá, seguidos un día después por explosiones de los walkie-talkies del grupo. SERVICIOS UMBRAL.COM.DO Contexto del Ataque: El reciente bombardeo aéreo que resultó en la eliminación de Hasan Nasralá, líder del grupo militante Hezbolá, ha puesto de manifiesto la sofisticada capacidad de espionaje y operativa del ejército israelí. Este ataque, llevado a cabo el viernes, se enmarca en un escalofrío de violencia que ha escalado entre Israel y el movimiento islámico libanés desde los eventos que desencadenaron el conflicto en Gaza tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Preparación y Estrategia: La escalada de ataques fue precedida por operaciones de sabotaje a las comunicaciones de Hezbolá, que incluyeron explosiones que afectaron gravemente la infraestructura del grupo, causando la muerte de al menos 39 personas y dejando cerca de 3,000 heridos. Expertos en seguridad afirman que la unidad de inteligencia militar 8200 de Israel realizó un trabajo extenso de infiltración y recopilación de datos que facilitó el ataque. La recopilación de datos sobre Nasralá, según el portavoz militar israelí, fue el resultado de años de monitoreo y que se dense en inteligencia en tiempo real. Desarrollo del Ataque: El bombardeo de la reunión de Nasralá se llevó a cabo en su “cuartel central” en los suburbios del sur de Beirut. Israel había intensificado su campaña de bombardeos en la zona; a las 18:30 (hora local), se registraron fuertes explosiones que, según informes, fueron programadas meticulosamente para maximizar el impacto. Se estima que se lanzaron más de 80 bombas en un corto período, aunque el tipo de armamento utilizado no ha sido revelado oficialmente. Consecuencias y Reacciones: El ataque ha sido calificado por analistas como un avance significativo en las capacidades de inteligencia de Israel, sugiriendo una profunda penetración en las operaciones de Hezbolá. Si bien se considera que el movimiento libanés es lo suficientemente robusto como para resistir un golpe directo, la pérdida de su líder y elementos clave podría tener un efecto degradante a largo plazo en su estructura y en su capacidad para lanzar ataques contra Israel. Autoridades israelíes celebran esta victoria, pero el futuro de las operaciones israelíes contra Hezbolá sigue siendo incierto, ya que están considerando la posibilidad de una incursión terrestre en el sur del Líbano. Este acontecimiento marca un punto álgido en la agitada relación entre Israel y Hezbolá, revelando no solo la dinámica de poder en la región, sino también el impacto de las tecnologías de inteligencia moderna en el conflicto.