JULIO DISLA El reciente debate presidencial entres los candidatos Joe Biden y Donald Trump, ambos de edad avanzada, ha dejado una profunda impresión en el electorado norteamericanos; así como en la opinión pública internacional, no por sus propuestas y respuestas a quienes conducían, sino por la serie de insultos y ataques personales que dominaron el evento. En vez de ofrecer un foro para la discusión de políticas y la presentación de soluciones a los problemas que enfrenta la nación, el debate se convirtió en un espectáculo de descalificaciones y acusaciones entre dos momias. En los años 90, el periódico español: “El País”, reportaba que Republica Dominicana estaba “gobernada por momias”, porque los principales contendores del proceso electoral eran dos ancianos; Joaquín Balaguer y el profesor Juan Bosch, hoy esa calificación se traslada a los Estados Unidos; porque los principales candidatos sobrepasan los 160 años entre ambos. El contexto del debate El debate se desarrolló en un ambiente tenso y polarizado, al extremo que ambos candidatos nunca se vieron la cara, enfrentándose en un escenario que rápidamente se degradó en un intercambio de insultos. Desde el inicio, quedó claro que el enfoque no estaría en las políticas públicas; ni en los planes de gobierno, sino en los ataques personales. Parece incierto ¿Cómo creer que quienes se ofendían y se sacaban trapos sucios, ante televidentes de todo el mundo, eran el actual presidente y el exmandatario de Estados Unidos, la mayor potencia del planeta? “Tú eres el imbécil, tú eres el perdedor”, fue uno de los insultos de un Joe Biden que se sentía como acorralados, por momento. “Hice dos pruebas cognitivas. Las pasé con honores, ustedes lo saben, lo publicamos. Él no aprobó. Que apruebe al menos una. No puede responder a las cinco primeras preguntas”, dijo Donald Trump cuando le preguntaron por su estado físico. Los grandes medios de prensa del país norteamericanos, al tanto de la “gran noticias”, describieron al actual gobernante como alguien que, en ocasiones, al hablar se quedó paralizado, mirando al vació. Además, personas que siguieron de cerca el debate en línea se percataron que apenas parpadeaba. Una encuesta, apena concluida la discusión, daba como ganador al expresidente Donald Trump, con 67% de aprobación. “Es un buen hombre. Ama a su país. Está haciendo lo mejor que puede. Pero esta noche tiene que superar una prueba para restablecer la confianza del país y de la base del partido demócrata, y no lo ha hecho, afirmo Van Jones, exasesor del gobierno de Barak Obama, y agregó que, para muchos partidarios de Biden, su fracaso es doloroso”. La exdirectora de comunicación del actual mandatario, Kate Bedingfiel, calificó la actuación de Biden de “realmente decepcionante”. El periódico “The New York Times” en su editorial del pasado viernes pidió a Joe Biden retirar su candidatura, sumándose así al coro de voces que desde los principales medios estadounidenses están rogando al presidente que se eche a un lado, ante el desastroso desempeño en el debate. Con el título: “Si quiere servir a su país, el presidente Biden debería abandonar la carrera”, puntualiza el editorial. “Ha sido un presidente admirable. Bajo su liderazgo, la nación ha prosperado y ha comenzado a abordar una serie de desafíos a largo plazo, como las heridas abiertas por Donald Trump, que gracias a él han comenzado a sanar. Pero el mayor servicio público que Biden puede hacer ahora mismo es anunciar que no seguirá postulándose para la relección “, expresa el editorial de uno de los periódicos más leído en Estados Unidos y el mundo. así Los partidarios del demócrata ya están discutiendo la posibilidad de cambiar la candidatura presidencial, en medio de crecientes dudas sobre la capacidad del actual presidente para llevar a cabo una campaña electoral competitiva, a cuatro meses de las elecciones, de acuerdo con los medios de prensa. El impacto en el electorado El comportamiento de los candidatos ha generado una ola de críticas tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales. Muchos ciudadanos expresaron su decepción y frustración ante la falta de seriedad y profesionalismo en el debate. Este espectáculo de insultos ha sido visto como un reflejo de la degradación del discurso político y una señal que deja bien claro que tanto Biden como Trump no están a la altura de los desafíos que enfrenta la nación. El electorado, especialmente los votantes jóvenes y los independientes, han manifestado su preocupación por la falta de una discusión seria sobre las políticas que afectan su futuro. La ausencia de un debate real sobre temas cruciales como la economía, la salud, los problemas de inmigración, el cambio climático y los problemas internacionales “ha dejado a muchos con la sensacion de que sus necesidades y preocupaciones no están siendo expuestas por los candidatos”. El reciente debate entre Joe Biden Y Donald Trump, dos ancianos, es una muestra clara de los desafíos que enfrenta la política contemporánea en la más grande potencia mundial. La prevalencia de los insultos y las descalificaciones sobre el dialogo y la sustancia es un síntoma de una democracia en crisis. Sin embargo, también presenta una oportunidad para reflexionar y abogar por un cambio que favorezcan el respeto, la cooperación y el enfoque en las soluciones que el país necesita urgentemente.