Julian Assange rompe su silencio tras 12 años en prisión y destaca su “profundo cambio” ante el Consejo de Europa
El fundador de WikiLeaks expresó este lunes que su “readaptación” presenta “algunas complicaciones”, como el desafío de “volver a ser un padre” y “recuperar su rol como esposo”. JULIO GUZMÁN ACOSTA Europa, 1 de octubre de 2024 – En una histórica intervención ante el Consejo de Europa, Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, ha compartido su primera declaración oficial tras haber pasado 12 años en prisión. Assange, quien fue liberado en junio tras alcanzar un acuerdo con la justicia estadounidense, subrayó que su transición de un encarcelamiento en una prisión de máxima seguridad a comparecer ante representantes de 46 países representa “un cambio realmente profundo”. El evento tuvo lugar un día antes de que la Asamblea del Consejo de Europa votara una resolución que califica a Assange como un “preso político”. La resolución, impulsada por la diputada islandesa Thórhildur Sunna Aevarsdóttir, no solo llama la atención sobre la situación de Assange, sino que también advierte sobre el potencial “efecto disuasorio” que su detención podría haber ejercido sobre los profesionales del periodismo. Durante su intervención, Assange habló sobre los retos que enfrenta en su readaptación a la vida tras su liberación. Reconoció que, aunque hay aspectos positivos en su regreso, también existen “complicaciones”, especialmente en su papel como padre de un hijo que ha crecido en su ausencia y como esposo. “Mi readaptación incluye aspectos complicados como el reto de volver a ser padre de un hijo que ha crecido sin mí”, agregó. Aunque ahora goza de libertad, Assange mencionó que su acuerdo con la justicia estadounidense limita su capacidad para comentar sobre el país en relación con su solicitud de extradición, así como para obtener información sobre los eventos que rodearon su caso. Desde su detención en 2010 a solicitud de Suecia por un caso que ya está archivado, Assange ha vivido una serie de tumultuosos procesos judiciales. Se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres durante casi siete años, antes de ser expulsado y arrestado en abril de 2019 a petición de Estados Unidos. Enfrentaba hasta 18 cargos relacionados con la Ley de Espionaje, lo que podría haber resultado en una condena de hasta 175 años de prisión. Finalmente, su libertad se logró gracias a un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., en el que se declaró culpable de violar la Ley de Espionaje, lo que resultó en una condena de 62 meses de prisión. Sin embargo, esta sanción fue anulada por el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, lo que permitió su regreso a Australia. El futuro de Assange sigue siendo incierto, pero su intervención ante el Consejo de Europa marca un nuevo capítulo en su vida, uno que podría tener profundas implicaciones tanto para él como para la libertad de prensa en todo el mundo.