Horribilis finis/Final horrible
Por Ramón Luna La absoluta dependencia de la oposición política de la República Dominicana de dos figuras gastadas, Don Leonel Antonio Fernández Reyna y Don Danilo Medina Sánchez, presagiaba un resultado electoral convulso, complicado y humillante. Pero ni Leonel Fernández, imbuido de la creencia de que todo comienza y termina en él, pudo imaginar la magnitud de la paliza que sufrirían en las pasadas elecciones de febrero. Danilo sabía por donde venían los tiros y obtuvo un resultado que le permitará prolongar su agonía por un período más. Pese a la campaña de descredito hacia las casas demoscópicas que pronosticaban la hecatombe y a la sobredosis de optimismo del predestinado, lo de mayo fue un golpe demoledor. El Partido Revolucionario Moderno trituró a la oposición y se hizo con la casi totalidad del poder municipal. Los actos funebres de los expresidentes y algunos de sus acólitos comenzaron con la división del otrora todopoderoso Partido de la Liberación Dominicana; la última pala de tierra con la que quedarán definitivamente sepultados serán las presidenciales y congresuales de mayo. El daño ocasionado por estos señores alcanza a una generación con muchísimo talento, sangre nueva que empieza a envejecer en el círculo de espera. Incluso Omar, el heredero de Villa Fupu, empieza a parecer un anciano en el cuerpo de un hombre joven. Como Crono, dios del tiempo en la mitología griega, Leonel y Danilo fueron devorando a sus hijos y la maquina de hacer presidentes terminó convertida en un club de retiro de viejos millonarios y desacreditados. En el caso de Leonel sus ambisiones superaron lo absurdo, se comió a sus hijos políticos y hasta a los carnales. Pueden estos ancianos, quienes gobernaron durante 20 años ofrecer algo nuevo? Son estos señores las personas apropiadas para resolver los problemas que ellos mismos crearon? Se debe echar, contradiciendo lo que sugiere la biblia, vino nuevo en odres viejos? Sin embargo, esta arrolladora victoria constituye el verdadero reto del Partido Revolucionario Moderno. Lo duro comienza ahora. No embriagarse de poder y machacar a quienes han sido contundentemente rechazados por la población es una tarea difícil. Debe saber el partido de gobierno, que donde el PLD compró también venden. Durante su primer mandato, el presidente Luís Rodolfo Abinader Corona señaló el camino. Desprenderse del Ministerio Público fue un hecho sin precedentes, pero ha sido el más inteligente en su gestíon de gobierno. También se debe reseñar que Abinader despojó a sus ministros de la antigua condición de semidioses. Si dios habla con los mortales, también deben hacerlo sus santos. En el gobierno del señor Corona no hay hermanísimos, cuñadísimos ni pastorísimas. Tampoco hay amiguísimos y seguratas que multipliquen el dinero ajeno como ocurrió en el milagro de los panes y los peces. Don Benjamín Otalora, personaje principal de uno de los cuentos más emblemáticos de Jorge Luís Borges, describe perfectamente la situación de un nutrido grupo de políticos dominicanos, están muertos pero no lo saben.
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