El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, anunció este 25 de marzo la oficialización de su condición de candidato presidencial ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), en la búsqueda de su tercer mandato consecutivo. En la otra orilla, el principal frente opositor denunció complicaciones para inscribir a su aspirante, Corina Yoris, -quien reemplazó a María Corina Machado-, cuando está a punto de cumplirse el plazo para registrar candidaturas. La fecha límite de inscripción es este lunes 25 de marzo a la medianoche.
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El lunes 25 de marzo a la medianoche es el límite para las inscripciones de candidaturas presidenciales en Venezuela, pero, a escasas horas de cerrarse el plazo, la oposición sigue sin poder registrarse.
No obstante, en la jornada de cierre, el presidente Nicolás Maduro sí logró oficializar su candidatura tras presentarse ante la sede del órgano electoral, acompañado de sus seguidores, que participaban en una manifestación convocada por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para apoyar al mandatario en su carrera por la continuidad en el poder.
Después de asumir el poder en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, Maduro busca un nuevo mandato que, de obtener, le aseguraría seis años más en la silla presidencial, sobrepasando los 14 años de mandato de su predecesor.
“Solo puedo decir, con humildad, que estoy hecho de la misma tierra fangosa que todos”, exclamó el presidente venezolano en un discurso televisado desde las inmediaciones del CNE
El sucesor de Chávez se une a al menos diez aspirantes más, que buscarán ser los elegidos por la ciudadanía venezolana en los próximos comicios presidenciales, el 28 de julio.
La oposición denuncia obstáculos para registrar a Corina Yoris
La felicidad del último día de inscripciones presidenciales no se extiende a todos los espacios del espectro político venezolano.
La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición opositora más popular del país, ha señalado la existencia de obstáculos para lograr inscribir oficialmente a su candidata, Corina Yoris, elegida por ese bloque para reemplazar a María Colina Machado, quien, a pesar de haber ganado aplastantemente las primarias de la disidencia, fue inhabilitada políticamente por tribunales venezolanos hasta el 2036.
“Hemos agotado todas las posibilidades (…) No se niega solo el nombre de Corina Yoris, sino el de cualquier ciudadano que quiera presentarse.”, expresó la precandidata opositora durante una conferencia de prensa, en donde su partido pidió una extensión temporal de tres días para poder inscribir oficialmente a Yoris. La petición no ha sido abordada por el CNE.
Los señalamientos hacia Yoris
Corina Yoris, académica venezolana de 80 años, fue la elegida por Machado para reemplazarla en el intento de la oposición por hacerle frente al chavismo en las urnas, a pesar de la baja popularidad de Yoris dentro de los círculos más altos de la coalición disidente.
Los seguidores del oficialismo han atacado a Yoris en redes sociales, afirmando que, en realidad, la exprofesora de filosofía es ciudadana de Uruguay, lo que la haría inelegible para participar en los comicios presidenciales, según los preceptos constitucionales que exigen que cualquier candidato a la jefatura del Estado venezolano no debe tener ninguna otra nacionalidad que no sea la venezolana.
El mismo Nicolás Maduro ha denostado la figura de la elegida por la oposición, calificándola de ser un “títere” que supuestamente responde a los intereses de las élites económicas estadounidenses, que tendrían el interés de hundir sus “garras” en el preciado petróleo venezolano.
Un controvertido proceso electoral en Venezuela
Las elecciones del próximo 28 de julio son resultado de largas negociaciones entre el chavismo y la oposición, dentro y fuera de Venezuela, que alcanzaron su clímax en una cumbre de alto nivel en Barbados, que fue mediada por Noruega y en la que el Gobierno de Maduro se comprometió a estructurar un proceso democrático libre y transparente en el que pudieran participar políticos disidentes, a diferencia del ocurrido en 2018, cuando la oposición se rehusó a participar en los comicios.
La noticia fue recibida con buenos ojos por la comunidad internacional, especialmente por Estados Unidos, un tradicional crítico del chavismo. La Administración de Joe Biden respondió a la implementación de la agenda electoral venezolana reduciendo las sanciones económicas de las que Caracas ha sido objeto en los últimos años.
Sin embargo, la disidencia continúa denunciando irregularidades en el proceso, tras la inhabilitación de su máxima figura, María Corina Machado, en octubre, siendo la gota que derramo el vaso de las tensiones políticas en el país. Desde entonces, Washington se ha mostrado abierto a reimponer las sanciones y ha mostrado todo su apoyo a la coalición disidente.