El Bacho e Iván no solo fueron figuras emblemáticas en la lucha por la justicia social en la República Dominicana, sino que también encarnaron la lealtad inquebrantable a los principios de Manolo Tavárez, un líder que inspiró a generaciones enteras a soñar con un país donde la dignidad y la equidad fueran una realidad para todos. En un momento donde el neoliberalismo ha dejado a muchas personas en la marginación y la pobreza, la memoria de estos dos hombres se convierte en un faro de esperanza.
Por Thiago Zorrilla Acosta
El pasado miércoles y domingo, la memoria de dos grandes luchadores por la democracia, Raúl Pérez Peña, conocido como el Bacho, e Iván Rodríguez, fue honrada en actos políticos y culturales que reunieron a cientos de compañeros y compañeras. En el primer aniversario de sus fallecimientos, los revolucionarios y demócratas de varias generaciones se unieron para recordar sus vidas y legados, reafirmando el compromiso con los ideales que ambos defendieron hasta el final.
Bacho e Iván no solo fueron figuras emblemáticas en la lucha por la justicia social en la República Dominicana, sino que también encarnaron la lealtad inquebrantable a los principios de Manolo Tavárez, un líder que inspiró a generaciones enteras a soñar con un país donde la dignidad y la equidad fueran una realidad para todos. En un momento donde el neoliberalismo ha dejado a muchas personas en la marginación y la pobreza, la memoria de estos dos hombres se convierte en un faro de esperanza.
Los actos de homenaje no solo recordaron sus contribuciones, sino que también sirvieron como un llamado a la acción en un tiempo en que las voces de resignación parecen dominar el discurso público. En un país donde las desigualdades sociales son cada vez más evidentes, la lucha por un futuro diferente se vuelve más urgente. La vida y obra de Bacho e Iván iluminan la lucha por la justicia y la democracia en un momento en que seguir ese camino requiere firmeza, perseverancia y unidad.
Los asistentes a los actos compartieron anécdotas y reflexiones sobre cómo los ideales de Bacho e Iván siguen vivos en las luchas actuales. En un momento en que las mayorías continúan enfrentando calamidades humanas, sus ejemplos se convierten en símbolos de resistencia y esperanza. La necesidad de construir un futuro auténticamente democrático, donde todos y todas tengan voz y voto, resonaron con fuerza en las palabras de quienes los recordaron.
La vigencia de sus legados es innegable. En un mundo donde las promesas de justicia social a menudo se ven empañadas por la corrupción y la indiferencia, Bacho e Iván representan la posibilidad de un cambio real. Su memoria invita a la reflexión sobre el papel de cada uno en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Así, en este aniversario, se reafirma la importancia de recordar y honrar a aquellos que han luchado por un mundo mejor. Bacho e Iván son más que nombres en la historia; son símbolos de un compromiso colectivo por la democracia, la justicia y la dignidad. En tiempos de incertidumbre, su legado nos recuerda que la lucha continúa y que, unidos, podemos forjar un futuro donde la esperanza y la justicia prevalezcan.