Por Servicios Umbral.com.do
Caracas. — El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, informó que uno de los 177 venezolanos deportados por Estados Unidos y repatriados tiene una orden de captura de Interpol por un delito cometido en Ecuador. Durante su programa de radio, Cabello aseguró que el individuo será juzgado en Venezuela bajo las leyes nacionales y que se solicitará al Gobierno de Ecuador el expediente correspondiente para avanzar en el proceso.
El funcionario también reveló que, de los 177 deportados, otros 38 tienen «algún registro policial» abierto, aunque aclaró que esto no necesariamente implica que hayan cometido delitos graves, ya que podrían tratarse de denuncias o ofensas menores. Cabello aprovechó para desmentir las acusaciones de Estados Unidos sobre la presencia de miembros del Tren de Aragua, una banda criminal venezolana, entre los deportados.
«El Tren de Aragua es una narrativa, una vil narrativa contra nuestro país que ahora se le revierte a aquellos que la impulsaron», afirmó Cabello, refiriéndose a las declaraciones de las autoridades estadounidenses, que habían asegurado que los deportados estaban vinculados a esta organización delictiva.
Los 177 venezolanos fueron trasladados desde la base de Guantánamo, Cuba, hasta Honduras, donde fueron recibidos y posteriormente embarcados en un vuelo de la aerolínea estatal Conviasa con destino a Venezuela. Este operativo forma parte de las deportaciones masivas ordenadas por el Gobierno de Donald Trump, que incluyeron la visita del enviado especial Richard Grenell a Venezuela para coordinar la reanudación de estos vuelos.
Cabello calificó como «injusto» el trato recibido por los deportados en Guantánamo, a los que describió como víctimas de un «infierno», y celebró su regreso al país. «Están regresando a su país, están siendo tratados como seres humanos, más allá de cualquier situación judicial que tengan algunos», declaró durante la recepción de los repatriados en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.
Este grupo representa el segundo contingente de venezolanos deportados desde el inicio de las redadas contra la inmigración irregular ordenadas por Trump. Honduras actuó como intermediario en esta ocasión, ya que no existen vuelos directos entre Guantánamo y Caracas. Otros países de la región, como Costa Rica y Panamá, también han accedido a colaborar como «puentes» en estos operativos, facilitando el tránsito temporal de los deportados antes de su repatriación definitiva.
El Gobierno venezolano ha reiterado su compromiso de combatir el terrorismo y las organizaciones criminales, pero ha rechazado cualquier intento de «criminalizar» a sus ciudadanos. La situación de los deportados y las acusaciones cruzadas entre ambos países continúan generando tensiones en el marco de las relaciones bilaterales.