Por Carlo Lara
La sociedad dominicana tiene el derecho de saber cómo se financió uno de los movimientos sociales más importantes de nuestra historia reciente, el cual inició en enero del año 2017, denominado “La Marcha Verde”. Es lógico cuestionarlo, ya que todos fuimos testigos del derroche de recursos en cada una de las actividades masivas de este gran proyecto social, que utilizaba el lema «impunidad cero».
La Marcha Verde ha sido un tema de debate nacional, tanto por su razón de ser como por el accionar de muchos de sus principales dirigentes, una vez concluido el proceso electoral del año 2020. No olvidemos que una parte de sus protagonistas hoy forman parte del gobierno de turno, mientras que otros, decidieron el retiro de la vida pública.
Insistimos: sus organizadores y principales líderes tienen la obligación moral y ética de explicarle al país quién o quiénes proporcionaban los recursos para las multitudinarias marchas, las pancartas, las camisetas, las gorras, los spots publicitarios en radio, televisión y redes sociales, entre otros elementos alusivos al movimiento.
Es imposible pensar que un movimiento tan grande, amplio y de alcance nacional, que desde 2017 hasta 2020 organizó más de 30 manifestaciones en todo el país, pudiera sostenerse sin un hilo conductor y, sobre todo, sin recursos económicos. Por ello, continuamos con nuestra interrogante: ¿quién o quiénes financiaron La Marcha Verde?
Recordemos que una de las primeras medidas tomadas por el presidente Donald Trump al asumir la presidencia de los Estados Unidos de América, fue pedirle a su asesor Elon Musk congelar los fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), debido a que, alegadamente estos recursos eran utilizados para promover agendas ocultas y desestabilizar algunos gobiernos en Latinoamérica. Aún más grave, supuestamente dichos fondos servían para dirigir la opinión pública en los países donde llegaban los fondos.
La decisión del presidente Trump de suspender la ayuda exterior de Estados Unidos, canalizada a través de la USAID, tendría un impacto directo en varios países de América Latina y el Caribe, incluida la República Dominicana. Sin embargo, consideramos que fue correcta. La verdad debe salir a la luz, y muchos «santos» deberán caer, tanto en nuestro país como en el resto de la región.
A pesar de las quejas de aquellos que se beneficiaban, como Participación Ciudadana, en el sentido de que se afectan proyectos clave en áreas como salud, educación, desarrollo económico, gobernanza y resiliencia climática, creemos que esta medida fue necesaria. El anuncio del secretario de Estado de los Estados Unidos, Marcos Rubio, sobre la revisión de qué instituciones merecen recibir esos fondos según sus necesidades, es acertado y aplaudible
Lo que es innegable es que “La Marcha Verde” recibió financiamiento, tanto local como internacional; de lo contrario, habría sido imposible mantener su presencia en las calles por más de tres años.
A este movimiento supuestamente social se sumaron cientos de personas de la denominada sociedad civil, así como empresarios, profesionales de distintas áreas, periodistas y comunicadores de los programas de televisión y radio más importantes del país. Además de algunas figuras que hoy forman parte del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), como es el caso Carlos Pimentel, Milagros Germán (exministra de Cultura), Chami Isa, Mario Fernández y Bartolomé Pujals Suárez, entre otros.
El error de Huchi
Nos sorprendió que el periodista Huchi Lora acusara al PLD de estar detrás de una campaña para desacreditar periodistas, esta acusación resultó penosa.
Desde un principio, encontramos exageradas y desproporcionadas las declaraciones inoportunas de Huchi Lora contra el PLD. Él también debería disculparse si se demuestra que no tenía pruebas de sus acusaciones. Pareciera que ha olvidado que él y otros periodistas dirigían la opinión pública en el pasado, y que, de manera repentina, han decidido retirarse, enviando un mensaje inequívoco a la sociedad dominicana de que la corrupción ha terminado.
Definitivamente, la respuesta del PLD a las afirmaciones de Huchi Lora y a la insinuación de Participación Ciudadana de que el partido morado estuvo detrás de esta «caja de pandora» ha sido oportuna y contundente.
El PLD ha solicitado al Gobierno de los Estados Unidos la desclasificación de los documentos de la USAID para determinar con claridad cuáles instituciones recibieron fondos, cómo los utilizaron y con qué propósito. Creemos que sería muy importante conocer la verdad. Esta sería la única forma de arrojar luz sobre una situación que ha captado la atención del pueblo dominicano.
Para finalizar esta reflexión, cabe señalar que, en el año 2024, la USAID ejecutó un total de US$41.7 millones en proyectos destinados principalmente a la resiliencia climática y la transición energética.
Al final, tanto el PLD como los protagonistas que ayer lideraron la “Marcha Verde”, así como las instituciones que se beneficiaron con cientos de millones de dólares provenientes de la USAID y que hoy son señaladas por el supuesto mal uso de esos fondos, deberían aplaudir que se esclarezca la verdad. Sería lo más prudente y justo para la sociedad dominicana.
Concluimos preguntando nuevamente: ¿quién financió la Marcha Verde?