Por Thiago Zorrilla Acosta
Santo Domingo.– En un gesto que marca un hito en las relaciones diplomáticas de la República Dominicana con la oposición venezolana, Edmundo González, quien se autoproclama ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela, se reunirá este jueves con el presidente Luis Abinader. Esta reunión se llevará a cabo en el Palacio Nacional y es vista como un compromiso expreso del gobierno dominicano hacia el principal opositor de Nicolás Maduro, quien está programado para ser juramentado nuevamente como presidente de Venezuela el viernes.
La cita está programada para las 11:00 de la mañana, y se espera que González llegue acompañado de una delegación del Grupo IDEA, una organización que agrupa a varios expresidentes y líderes políticos de América Latina. La agenda oficial, divulgada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), detalla que el acto inaugural se centrará en los desafíos y oportunidades para el fortalecimiento democrático en Venezuela. Además de González y Abinader, intervendrán el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, y un expresidente miembro de la delegación.
El documento oficial resalta que en esta reunión se discutirán temas críticos relacionados con la situación política en Venezuela, así como los retos para la democracia en la región y las posibilidades de una transición pacífica y ordenada en el país sudamericano. Este diálogo cobra relevancia en un contexto donde la legitimidad de las elecciones venezolanas ha sido cuestionada a nivel internacional.
Reconocimiento Controversial
A pesar del contacto diplomático, el presidente Abinader no ha reconocido oficialmente a González como el ganador de las elecciones del 28 de julio, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la victoria de Nicolás Maduro. En el comunicado emitido por el gobierno dominicano, González es mencionado como “candidato a la presidencia”, lo que ha generado críticas y confusión respecto a la postura del país ante la crisis política en Venezuela.
Sin embargo, varios países, incluyendo Argentina, Uruguay, Panamá y Estados Unidos, han reconocido a González como el legítimo presidente electo de Venezuela, lo que pone presión sobre el gobierno dominicano para que adopte una posición similar. En septiembre pasado, el Senado dominicano aprobó una resolución solicitando a Abinader que se pronuncie en favor del reconocimiento de González.
La situación en Venezuela es tensa y compleja. González, representante de la oposición, se autoproclamó ganador de las elecciones de julio, donde el CNE declaró a Maduro como el vencedor con un 51.2% de los votos, mientras que la oposición sostiene que González obtuvo el 73%. Las alegaciones de fraude han llevado a la oposición a exigir la publicación de las actas electorales, solicitud que ha sido ignorada por el oficialismo.
Tensiones Internacionales y Relaciones Diplomáticas
La crisis política en Venezuela ha suscitado un amplio debate internacional, y la supuesta falta de transparencia en el proceso electoral ha sido objeto de críticas por parte de diversas naciones. Durante la Asamblea General de la ONU en septiembre, Abinader expresó que la solución a la crisis sociopolítica en Venezuela pasaba por la publicación de todas las actas electorales, subrayando su compromiso con la defensa de la democracia.
Desde el pasado mes de julio, las relaciones diplomáticas entre la República Dominicana y Venezuela se han visto severamente afectadas. Nicolás Maduro ordenó la retirada de todo el personal diplomático dominicano de su país, lo que ha dejado a ambas naciones sin lazos oficiales. En este contexto, la reunión con González podría representar un paso importante para establecer una nueva dinámica en las relaciones exteriores dominicanas con la oposición venezolana.
Con su reunión programada, el presidente Abinader se posiciona en un lugar clave en el escenario político latinoamericano, en medio de un creciente clamor por la solucion pacífica en Venezuela y el apoyo a los líderes opositores que se proclaman ganadores de las elecciones del 28 de julio pasado. La atención internacional estará centrada en el desarrollo de este encuentro y sus posibles repercusiones en la política regional.