La banca armada y su contribución a la violencia en Gaza tiene nombre y apellidos: Banco Santander y BBVA
JULIO GUZMÁN ACOSTA
En el contexto del prolongado conflicto entre Israel y Palestina, el informe recientemente publicado por el Centre Delàs de Estudios por la Paz ha arrojado luz sobre las profundas conexiones entre las instituciones financieras y la industria armamentística, revelando unas cifras impactantes y un tema que ha suscitado un intenso debate en España y en el ámbito internacional.
El informe, titulado “La banca armada y su corresponsabilidad en el genocidio en Gaza”, detalla cómo una docena de bancos españoles han financiado con más de 4.188 millones de dólares a empresas que suministran armamento a Israel, utilizado de manera devastadora en la Franja de Gaza, donde las tensiones han llevado a la muerte de más de 46.000 palestinos en menos de un año, la mayoría niños y mujeres, de una población civil indefensa,
Los bancos que cada año tienen miles de millones de beneficios, no les cuentan a sus accionistas, que esas ganancias están manchadas de sangre inocente.
Contexto y Metodología del Informe
El Centre Delàs se ha propuesto analizar la relación entre la financiación bancaria y la producción de armamento en un periodo que abarca desde 2011 hasta 2024. Este estudio se basa en más de 4.000 operaciones financieras y se centra en 15 empresas fabricantes de armas que tienen vínculos con el ejército israelí. Entre las entidades financieras implicadas, destacan el Banco Santander y el BBVA, que concentran una gran parte de la financiación, lo que pone de relieve el papel preponderante de las instituciones bancarias españolas en la industria del armamento.
Los datos del informe son preocupantes; además de los créditos e inversiones, los bancos españoles han adquirido acciones de empresas como las multinacionales británicas y alemanas que fabrican armamento utilizado en los recientes ataques a Gaza. Si bien la magnitud de las transferencias financieras es alarmante, es crucial considerar las implicaciones éticas y humanitarias de estas acciones.
Impacto del Armamento en Gaza
El informe detalla el uso de armamento específico en la Franja de Gaza, incluyendo bombas guiadas y misiles de fabricantes como Boeing y General Dynamics. Las consecuencias de estos suministros son claramente devastadoras: bombardeos indiscriminados a la población civil que han provocado la muerte de decenas de miles de civiles, incluidos niños, y la destrucción de infraestructura básica como hospitales, escuelas y viviendas.
Por eso los Estados Unidos y la Unión Europea no hacen nada por detener las acciones bélicas de Israel, porque sus capitales a través de los grandes bancos son los que están sacando grandes beneficios de este conflicto bélico y de los demás que en estos momentos se desarrollan en otras partes del mundo. Porque los fabricantes de armas cuentan con la financiación de esas entidades bancarias.
Organizaciones como Amnistía Internacional y la ONU han documentado estas violaciones, lo que ha llevado a numerosos llamados a la comunidad internacional para que siga de cerca la situación.
Los reportes señalan que bancos españoles como BBVA y Santander han aportado miles de millones de dólares a estas empresas de armamento, lo que pone en pie de guerra a muchas organizaciones de derechos humanos que acusan a estas instituciones de contribuir de manera directa a lo que algunos expertos han calificado de genocidio israelí en Palestina y en el Líbano.
El Debate sobre la “Banca Armada”
La noción de “Banca Armada” acuñada por el Centre Delàs resuena en un momento crítico. Esta etiqueta alude a la inyección de recursos que las entidades financieras proporcionan a las empresas que fabrican y venden armamento a Israel. Expertos y activistas han argumentado que las instituciones financieras están, en esencia, participando en un ciclo de violencia sistemático que perpetúa el conflicto en Oriente Medio y otras regiones del mundo. Por tal razón, los beneficios que obtienen están manchado de sangre inocente.
En un mundo donde la responsabilidad corporativa y social están en el centro de las discusiones, el informe lanza un desafío directo a los bancos españoles: ¿Hasta qué punto están dispuestos a implicarse en actividades que potencian la violación de derechos humanos, la muerte de miles de civiles y la destrucción de países enteros? Las respuestas a estas preguntas serán cruciales en el futuro del financiamiento de armamento y en la búsqueda de una paz duradera.
Finanzas Éticas como Alternativa
Frente a este desalentador panorama, el Centre Delàs propone una alternativa: las “finanzas éticas”. Esta propuesta implica que las instituciones financieras rechacen cualquier inversión en empresas armamentísticas y se enfoquen en apoyar iniciativas que promuevan la justicia social y la equidad económica. Las finanzas éticas apuestan por un modelo más humano y sostenible que reduzca la desigualdad y aborde las atrocidades que enfrentan las poblaciones vulnerables, en este caso, los palestinos.
Resistencias y Consecuencias
La publicación de este informe debe suscitar una amplia repulsa de los ciudadanos tanto en España como a nivel internacional y provocar foros y debates que desemboquen en grandes manifestaciones, exigiendo el cese de la guerra y una mayor transparencia y una postura ética más sólida por parte de las instituciones financieras.
Los accionistas de los bancos implicados en la financiación de la guerra deben implicarse y exigir que su dinero no sea manchado de la sangre inocente de miles de palestinos que cada día son asesinados por Israel.
A medida que el conflicto entre Israel y Palestina continúa, datos como los presentados en este informe añaden una dimensión adicional a las discusiones sobre la responsabilidad social de los bancos y su influencia en los conflictos bélicos.
En resumen
El impacto de la financiación de los bancos españoles en la producción y venta de armamentos es innegable y, a través del informe del Centre Delàs, se hace un llamado urgente a reexaminar las dinámicas del dinero y la violencia. La búsqueda de una solución pacífica al conflicto israelí-palestino requiere no solo de esfuerzos diplomáticos, sino también de una reestructuración significativa en cómo las instituciones financieras manejan sus inversiones y a quiénes eligen financiar. En última instancia, el futuro de muchas vidas pende de la balanza entre el beneficio económico y la responsabilidad ética.
Ya sabíamos que los grandes bancos del mundo no les importa como obtienen sus beneficios, pero este informe les retrata de cuerpo entero y pone nombres y apellidos a los bancos que están manchados de la sangre inocente del conflicto Israel/palestina y de todos aquellos en que los bancos financian la fabricación de armas para la guerra.