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La injerencia del gobierno dominicano en los asuntos internos de Venezuela nada bueno nos traerá - Umbral

La injerencia del gobierno dominicano en los asuntos internos de Venezuela nada bueno nos traerá

Julio Guamán
Por Julio Guzmán Acosta

 

El reciente anuncio del gobierno dominicano, encabezado por el presidente Luis Abinader, de recibir a Edmundo González Urrutia y a varios expresidentes de la región en un acto que busca rechazar el nuevo mandato de Nicolás Maduro, plantea serias interrogantes sobre el papel que la República Dominicana debe asumir en el contexto político de Venezuela. No podemos permitir que nuestra nación se convierta en un paraguas para actos antidemocráticos que, lejos de fortalecer la democracia, solo contribuyen a la polarización y la injerencia en los asuntos internos de otro país soberano.

La Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece en su Capítulo 1, numeral 2, que es política de esta entidad «fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos». De igual manera, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) resalta en su capítulo 3, literal e), que «todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político». Estos principios son la base de las relaciones internacionales y deben ser respetados por todos los países.

Sin embargo, el gobierno dominicano ha decidido intervenir en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela al recibir a un ex-candidato presidencial señalado como un ex-agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Esta decisión no solo contradice los principios de no injerencia, sino que también pone en riesgo las relaciones históricas y de solidaridad que hemos construido con el pueblo venezolano a lo largo de los años. Desde las luchas contra la dictadura de Trujillo hasta la cooperación que hemos recibido a través de Petro Caribe, Venezuela ha sido un aliado en momentos críticos de nuestra historia.

La pregunta que surge es: ¿A qué intereses esta sirviendo el gobierno dominicano al convertirse en sede de un evento injerencista en la situacion interna de otro pais hermano y que reúne a las fuerzas más oscuras, conservadoras y de derecha en el continente, auspiciadas por el Departamento de Estado de EE.UU.? Es evidente que esta acción no se alinea con los intereses de la República Dominicana ni con la voluntad de un pueblo que ha sufrido las consecuencias de la intervención militar en dos ocasiones por parte de Estados Unidos.

Además, el respaldo a figuras como González Urrutia, cuya historia está manchada por la participación en actos de violencia y represión, es una provocación innecesaria. El pasado tenebroso de este individuo, vinculado a la creación de grupos armados responsables de masacres, no debería ser motivo de celebración ni de apoyo. En lugar de fomentar la paz y la reconciliación, este acto solo alimenta el ciclo de violencia, desconfianza y desestabilización en en la región.

Lo más conveniente para nuestro país es el respeto a las normas elementales de convivencia entre naciones, que dictan la no injerencia en los asuntos internos de otros Estados. Debemos permitir que sean los propios venezolanos quienes resuelvan sus problemas, sin la sombra de intervenciones externas que solo buscan intereses geopolíticos y económicos.

Es momento de rechazar esa visita inapropiada y provocadora de González Urrutia y de cuestionar el papel que está jugando el gobierno del PRM que encabeza Luis Abinader en la política internacional. La República Dominicana no debe ser un cómplice de la injerencia estadounidense en Venezuela. En lugar de eso, debemos reafirmar nuestro compromiso con la paz, la soberanía y el respeto mutuo entre los pueblos de América Latina y el Caribe. Por eso hay que decir con fuerza: Fuera las manos yankis de Venezuela, y que prevalezca el principio de autodeterminación que todos los países merecen.

Estados Unidos, la Unión Europea y el concierto de países que promueven la política de acoso a Venezuela y su legítimo gobierno, como han fracazado, a pesar del criminal bloqueo que le han impuesto y del saqueo que han hecho de muchas de sus reservas de divisas y oro, hoy recurren a la puesta en marcha de un nuevo plan y para eso estan usando al gobierno dominicano, que como sumiso, se ha puestado para acoger un evento que puede desatar un conflicto militar de consecuencias para toda la region. El pueblo dominicano no puede quedarse de brazos cruzados, debemos decirle al mundo, no a Edmundo González , no a la injerencia del gobierno dominicano en los asuntos de Venezuela, no a Estados Unidos y su criminal acoso al gobierno legitimo de Venezuela.

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