•Por Thiago Zorrilla Acosta
Washington, D.C. – A tres semanas de las cruciales elecciones presidenciales, los candidatos a la Casa Blanca, el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris, han intensificado sus campañas en estados clave, sumergiéndose en un tono cada vez más personal en sus ataques. Este martes, ambos aspirantes recorrieron territorios decisivos que podrían determinar el futuro político de Estados Unidos.
En un mitin en Filadelfia, el presidente Joe Biden, aunque no tan activo en la campaña de su vicepresidenta, lanzó fuertes comentarios contra Trump. “Me parece que (Donald Trump) se presenta para no tener que ir a la cárcel. Ha logrado retrasar su sentencia, pero quiero ver esa sentencia”, declaró Biden. Sus palabras son una clara incitación para tensionar aún más el clima electoral, donde la figura del exmandatario se convierte en un blanco preferido para los ataques demócratas.
Mientras tanto, Kamala Harris se encontraba en Míchigan, un estado vital en la contienda electoral. Allí, la candidata demócrata participó en una entrevista con el conocido locutor afroamericano Charlamagne tha God en Detroit, enfocándose en un grupo clave: los hombres afroamericanos. “Trabajaré para despenalizar el uso recreativo de la marihuana porque sabemos cómo esas políticas han afectado de manera desproporcionada a los hombres negros”, prometió Harris, buscando reconectar con un electorado que históricamente ha apoyado a su partido, pero que ve una creciente atracción hacia Trump.
En la otra esquina, el exmandatario no da tregua. Comenzando su jornada en Chicago, Trump ha acumulado una cantidad notable de actos en esta fase final de la campaña, invirtiendo tiempo en áreas tradicionalmente demócratas. Durante un evento en el Club Económico de Chicago, hizo declaraciones provocadoras sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, describiéndolo como un día de “paz y amor”. Sus palabras siguen alimentando el rechazo de amplios sectores de origen afroamericanos a su figura.
La noche culminó en Atlanta, Georgia, donde Trump llevó su mensaje incendiario sobre inmigración, describiéndola como “una invasión de una fuerza militar”. En un intento por captar el voto de los hombres afroamericanos, no dudó en cuestionar su inteligencia en caso de que decidieran apoyar a Harris. “Si algún afroamericano o hispano vota por Kamala, deberían revisar su cabeza. De verdad los están engañando”, sentenció.
La estrategia de ambos candidatos se ha centrado en los ataques personales, un giro que ha marcado esta contienda electoral. Harris, al igual que Trump, ha optado por dirigirse a los votantes de manera directa y personal, buscando generar conexiones que puedan traducirse en apoyo en las urnas.
Ambos candidatos se preparan para un miércoles lleno de compromisos mediáticos. Harris dará su primera entrevista con Fox News, mientras que Trump participará en un foro con votantes latinos en Univisión en Miami. Estos movimientos indican un esfuerzo por captar los últimos votos en una carrera que se calienta a medida que se acerca el día de las elecciones del 5 de noviembre.
La atmósfera electoral se siente tensa y cargada de emociones, donde las estrategias de campaña de ambos lados están más centradas en ataques a la personalidad del adversario que en los problemas que enfrenta el país. A medida que pasan los días y el reloj avanza hacia el día de la decisión, la incertidumbre y la competitividad marcan el pulso de esta contienda histórica.