Por Thiago Zorrilla Acosta
En un contexto de creciente preocupación por las condiciones del sistema penitenciario en la República Dominicana, la comunidad evangélica ha alzado su voz en favor de una reforma urgente. Durante la celebración de la Batalla de la Fe, una de las concentraciones evangélicas nacionales más esperadas, que tuvo lugar este miércoles en el Centro Olímpico, los líderes religiosos hicieron un llamado a las autoridades para que se implemente un mejor sistema carcelario para el año 2025.
La ferviente petición se enmarca en una realidad crítica: la mayoría de los centros penitenciarios del país enfrentan serios problemas de hacinamiento, lo que ha generado un ambiente insalubre y ha puesto en entredicho la capacidad del Estado para garantizar los derechos humanos de los reclusos. En medio de la concentración, una de las asistentes elevó una oración especial por un sistema carcelario óptimo, expresando la angustia de muchas familias que, a pesar de sus esfuerzos por proveer a sus seres queridos en prisión, no ven reflejado su apoyo debido a la corrupción y el mal manejo de los recursos dentro de los centros.
“Ay Señor, tú sí sabes lo que pasa ahí dentro. Familias que proveen y las cosas no le llegan a sus familiares porque se las quitan”, denunció la evangélica, remarcado el clamor de muchos que han vivido esta dolorosa experiencia.
Este llamado se produce en un momento clave, ya que el Gobierno dominicano ha intentado impulsar un proceso de reforma penitenciaria destinado a mejorar tanto las infraestructuras carcelarias como las condiciones de vida de los internos. En este sentido, el presidente Luis Abinader ha enfatizado en varias ocasiones que sin una reforma efectiva del sistema penitenciario, no será posible avanzar en otros aspectos críticos del país, como la reforma policial y los objetivos relacionados con la seguridad ciudadana.
En noviembre pasado, el mandatario juramentó distintos comités de apoyo encargados de trabajar en la reforma carcelaria, reafirmando su compromiso con la transformación del sistema. Los evangélicos, al unirse a este esfuerzo, subrayan la importancia de un enfoque que no solo busque mejorar las instalaciones, sino que también contemple un tratamiento más humano hacia los reclusos, promoviendo la rehabilitación y reinserción social.
La combinación de la voz de la comunidad evangélica y el compromiso del gobierno abre la puerta a la esperanza de que, finalmente, el sistema carcelario dominicano pueda ser sometido a una revisión profunda y efectiva. La comunidad espera que estos esfuerzos se traduzcan en un entorno más seguro y justo, donde los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su situación legal, sean respetados y protegidos.