Los veintisiete mantienen el consenso de no reconocer la victoria del mandatario venezolano en las elecciones presidenciales a pesar de que el CNE venezolano lo proclamó ganador
Por Julio Guzmán Acosta
Los embajadores de los países de la Unión Europea (UE) han decidido no asistir a la toma de posesión del reelecto presidente venezolano Nicolás Maduro, programada para el próximo 10 de enero. Esta decisión se basa en el hecho de que la UE no reconoce la victoria de Maduro en las elecciones del 28 de julio, las cuales considera ilegítimas debido a la negativa del gobierno a publicar las actas de las mesas electorales, un requisito legal. La resolución fue acordada durante una reunión del Grupo de Trabajo para América Latina y el Caribe del Consejo Europeo (Colac) a finales de diciembre en Bruselas, según informaron fuentes comunitarias.
A pesar de que las decisiones del Colac no son vinculantes y cada país tiene la libertad de actuar de manera independiente, existe un consenso generalizado entre los Veintisiete en esta posición, ya que ninguno se ha manifestado en contra. La UE ha mantenido una postura contraria al gobierno de Maduro y con respecto a la situación política en Venezuela, manifestando su preocupación por el contexto y exigiendo la liberación de presos políticos, así como el apoyo a una transición democrática en el país.
La escasa representación internacional en la ceremonia de toma de posesión ha sido un tema de discusión. Mientras la UE se ausentará, se espera la llegada de representantes de países como Rusia, China y Turquía, que mantienen relaciones positivas con el gobierno de Maduro. Asimismo, Colombia, Brasil y México estarán presentes, pero solo a nivel de embajadores.
Por otro lado, la oposición venezolana está aprovechando el apoyo internacional para fortalecer el respaldo a Edmundo González Urrutia, quien es recibido como presidente electo durante su gira por varios países de América Latina y Estados Unidos. González Urrutia tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden y ha recibido el apoyo de exmandatarios latinoamericanos del grupo IDEA, quienes han expresado su disposición a acompañarlo en su regreso a Venezuela, a pesar de las amenazas del régimen chavista, que ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por su captura.
Este panorama refleja la creciente polarización política en Venezuela y la complicada situación en la que se encuentra el país, en medio de una una presion internacvional y un contexto cada vez más tenso. La ausencia de la UE en la toma de posesión de Maduro es una de las acciones de intromision en los asuntos internos de Venezuela, que solo compete a los venezolanos resolver.