La presión internacional contra el gobierno legitimo de Nicolás Maduro oculta los actos violentos y de sabotaje llevados a cabo por la oposición y legitiman unas actas que dan supuestamente el triunfo a Edmundo González, que nadie ha visto físicamente y que solo existen en un portal de internet creado para la ocasión. Esa comunidad internacional no le reclama a la oposición las referidas actas.
JULIO GUZMÁN ACOSTA
La situación en Venezuela se ha intensificado tras las elecciones del 28 de julio, que han sido objeto de controversia y rechazo tanto a nivel regional como internacional. Los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, han emitido un comunicado conjunto enfatizando la necesidad de restaurar la credibilidad del proceso electoral venezolano. Insisten en que esto solo se logrará mediante la publicación de datos desglosados y verificables, y han hecho un llamado a evitar la represión de los opositores.
Este pronunciamiento coincide con un aumento de la presión por parte de la Unión Europea, que ha descalificado la legalidad de la victoria de Nicolás Maduro, declarando insuficientes las pruebas presentadas por el gobierno. La UE ha dejado claro que solo reconocerá los resultados que sean completos y verificados independientemente.
En los Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris ha expresado su apoyo al pueblo venezolano en una carta enviada a líderes opositores, resaltando la necesidad de rendición de cuentas en el sistema electoral. La comunidad internacional, incluido EE.UU. y varios países latinoamericanos, ha desestimado la validación de Maduro por parte del Tribunal Supremo de Venezuela.
A medida que la tensión aumenta, la fiscalía venezolana, bajo control chavista, ha citado al excandidato opositor Edmundo González en el marco de una investigación relacionada con la publicación de actas de votación, subrayando aún más el clima de confrontación y represión. La oposición ha convocado una protesta para el próximo miércoles, marcando un mes desde las polémicas elecciones. Esta serie de eventos refleja un contexto de inestabilidad política y un amplio descontento social en Venezuela.