En esa decisión personal y política, hay una cosa que no debe pasar desapercibida y es el alto contenido moral de la misma. Cualquier otra persona o cualquier otro dirigente de otro partido, se aferraría a lo que dice la ley y ya estaría escogiendo su próximo equipo de gobierno municipal en su nueva función pública. Eso en la Republica Dominicana tiene un gran valor simbólico y es bueno decirlo a favor de Amparo Custodio y del Frente Amplio.
JULIO GUZMÁN ACOSTA
La inesperada renuncia de Kelvin Cruz a la alcaldía de La Vega para ocupar el cargo de ministro de Deportes ha desatado una cadena de eventos políticos y legales que han capturado la atención de la comunidad. La vicealcaldesa Amparo Custodio, quien debería asumir el cargo de manera interina según la ley, ha rechazado la posición, generando un vacío de poder y planteando preguntas sobre la legitimidad y la continuidad del liderazgo municipal. Esta situación sin precedentes ha puesto de manifiesto la complejidad de las estructuras políticas y la importancia de la voluntad popular en la legitimidad de los cargos públicos.
Amparo Custodio, con una carrera dedicada al servicio público, educación y sindicalismo de más de tres décadas, ha expresado su renuencia a ocupar el cargo de alcaldesa, a pesar de que la ley le otorga el derecho a hacerlo. Su decisión se basa en una interpretación estricta de la voluntad del electorado, que votó por Kelvin Cruz como alcalde y por ella como su compañera de fórmula, no como su sucesora directa. Esta postura resalta una cuestión fundamental en la política: la importancia de la elección directa y la percepción de la legitimidad de los representantes electos.
La situación se complica aún más por el hecho de que Custodio nunca ha sido miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el partido de Cruz, y ha declarado que no tiene intención de unirse a él. Ella fue compañera de boleta del ya exalcalde, pero es una alta dirigente del Partido Frente Amplio, que fue en alianza en ese municipio con el PRM. Esto subraya la complejidad de las alianzas políticas y cómo las afiliaciones partidarias pueden influir en las decisiones de gobernanza.
La experiencia previa de Custodio como regidora y presidenta del Concejo de Regidores, donde fue reconocida tanto a nivel local como internacional, le otorga una perspectiva única sobre la administración municipal. Sin embargo, su decisión de no asumir la alcaldía pone de relieve la tensión entre la experiencia y la percepción pública de la autoridad legítima.
En esa decisión personal y política, hay una cosa que no debe pasar desapercibida y es el alto contenido moral de la misma. Cualquier otra persona o cualquier otro dirigente de otro partido, se aferraría a lo que dice la ley y ya estaría escogiendo su próximo equipo de gobierno municipal en su nueva función pública. Eso en la Republica Dominicana tiene un gran valor simbólico y es bueno decirlo a favor de Amparo Custodio y del Frente Amplio.
El futuro de la alcaldía de La Vega es incierto. La negativa de Custodio a asumir el cargo ha dejado a la comunidad en una situación de incertidumbre. Las implicaciones de esta decisión son profundas, ya que plantean interrogantes sobre el proceso de sucesión y la estabilidad del gobierno local. Mientras tanto, la comunidad espera con ansias una resolución que restablezca el orden y la confianza en sus líderes electos. La situación actual es un claro ejemplo de cómo las decisiones individuales pueden tener un impacto significativo en la política local y resalta la necesidad de una legislación clara que regule la sucesión en casos de vacantes inesperadas.