Por Pedro Ángel
Santo Domingo. – Altamira se monta sobre la cordillera Septentrional. Es una comunidad de poca gente, 17 mil dice el Censo del 2022. Sus faldas paren cacao y café, troncos familiares de profesionales brillantes y mucho ecoturismo. Y en Llano de Pérez se baila el mejor perico ripia montañés.
Altamira se rindió a los pies de una de sus profesionales brillantes, que correteaba antaño entre matas de cacao y ríos saltarines.
La maestra y cardióloga Mildred Ureña fue distinguida por la Alcaldía de ese municipio serrano como hija honorable y distinguida.
La localidad de la provincia Puerto Plata y su alcalde, Luis Francisco, entregaron a la doctora Ureña la distinción de Diamante Verde como “Altamireña Ausente Nacional Sobresaliente”.
La Alcaldía reconoce en la cardióloga todas las cualidades humanas, profesionales y académicas de dicha doctora, quien agradeció el reconocimiento y recordó los valores de las familias de antaño sembrados en la descendencia.
“Yo tenía un Mercedes Benz, una yagua con la que me tiraba al río. Fui muy feliz en mi vida de Altamira”, dijo, emocionada.
La doctora Ureña es jefa de la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Dominicano de Cardiología y profesora de farmacología, cardiología y fisiología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Graduada de médico general, mención cum laude, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), obtuvo la especialidad en medicina interna y cardiología mención cum laude.
Asimismo, medicina interna en el hospital Luis Aybar (1986-1989) y el Instituto Dominicano de Cardiología, respectivamente, y estudios de cuidados intensivo post quirúrgico cardiaco en el Instituto Cubano de Cardiología y de circulación extracorpórea o perfusión cardiaca en el Instituto Mexicano del Seguro Social, México.
Ha sido presidenta del Círculo de Egresados del Instituto Dominicano de Cardiología (2009-2011) y vocal de la Sociedad Dominicana de Cardiología (SDC) (2005-2007).
