Por Arismendy Díaz Santana
El acuerdo entre el gobierno dominicano (GD) y el Colegio Médico Dominicano (CMD) contiene 15 compromisos: 14 específicos del GD y sólo 1 muy vago del CMD. Hace tiempo que no veía una relación más unilateral y desequilibrada. El GD concede aumentos escalonados de salarios, nivelar salarios, continuar la construcción de apartamentos para médicos, reconocer derechos a pensión, aumentar los incentivos por distancia, y la entrega de 25 millones de pesos para el Instituto de Prevención y Protección Social del CMD, más un largo etcétera.
En cambio, el CMD solo se compromete a “incentivar” el cumplimiento de las jornadas laborales establecidas, y a “no oponerse” al monitoreo con medios electrónicos u otras vías a la verificación del cumplimiento de las jornadas laborales establecidas. No se habla de productividad, de evaluación de resultados, ni de rendición de cuenta.
Es necesario aumentar el ingreso de los médicos. De aplicarse el Art. 173 de la Ley 87-01, los médicos más que duplicarían sus ingresos, como una justa compensación por su dedicación, por el aumento de la calidad de los servicios y del trato considerado a los pacientes. En cambio, este acuerdo unilateral le costará al país más de 3,000 millones de pesos más, sin ninguna garantía de más servicios oportunos y de calidad para las familias más pobres y vulnerables*.
Nuevamente las autoridades renuncian al cambio prometido, haciendo más de lo mismo. Han perdido la oportunidad de: 1) elevar sustancialmente la cápita del régimen subsidiado; 2) duplicar el ingreso de los médicos laboriosos y dedicados; 3) aumentar la cantidad y calidad de los servicios públicos; y 4) de reducir el gasto familiar de bolsillo. Increíble, pero cierto