En Niza, durante la Tercera Conferencia de la ONU sobre el Océano, el presidente dominicano y el monarca jordano dialogaron sobre cooperación, comercio y seguridad, sellando invitaciones mutuas para profundizar los vínculos entre ambos países.
Por Julio Guzmán Acosta
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, y el rey de Jordania, Abdalá II bin Al Hussein, sostuvieron una reunión bilateral la tarde de este domingo en la ciudad de Niza, en el marco de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano. En un encuentro marcado por la cordialidad y la visión compartida, ambos mandatarios abordaron temas de interés común y reafirmaron su compromiso de fortalecer las relaciones bilaterales.
Durante el diálogo, el presidente Abinader aprovechó la ocasión para invitar oficialmente al rey Abdala II a visitar la República Dominicana, gesto que fue correspondido con una invitación para que el mandatario dominicano conozca Jordania. Este intercambio de cortesías refleja el deseo mutuo de profundizar la cooperación entre ambas naciones en áreas estratégicas como el comercio, el turismo, la seguridad y la colaboración internacional.
La reunión se produjo antes de la inauguración formal de la conferencia que se celebra en Niza desde este lunes y se extenderá hasta el viernes, congregando a jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo para discutir la protección y gestión sostenible de los océanos. El presidente Abinader, quien arribó a Niza en la madrugada del domingo junto a su comitiva, tiene previsto pronunciar un discurso durante el evento, subrayando la importancia que otorga su gobierno a los temas medioambientales y a la colaboración internacional.
Además, para este martes está programada una reunión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, a quien agradeció públicamente, junto a su esposa Brigitte Macron, por la cena ofrecida a los jefes de Estado presentes en la ciudad.
Este encuentro entre Abinader y Abdala II no solo simboliza la voluntad política de estrechar lazos, sino que también abre un camino promisorio para futuras alianzas que puedan beneficiar a ambas naciones en múltiples ámbitos, desde la economía hasta la seguridad regional y la cooperación cultural. En un mundo cada vez más interconectado, el diálogo y la colaboración bilateral son herramientas esenciales para enfrentar los desafíos comunes y promover el desarrollo sostenible.T
