RAMON LUNA
El presidente Luís Rodolfo Abinader Corono y el Partido Revolucionario Moderno pasaron su primer mandato de gobierno con nota sobresaliente. Contrario a lo que algunos quisieron vender, el gobierno de Luís Abinader ha sido un manjar de soluciones y acciones decididas.
La República Dominicana estuvo entre los países que mejor manejaron la pandemia del Covid19. También ha sido reseñado por organismos internacionales el acertado manejo de la situación económica y el clima de paz en el que vivimos los dominicanos a pesar de las hostilidades que sacuden a buena parte del planeta.
La recuperación del turismo fue asombrosa, los datos macroeconómicos son alentadores y la inflación, a golpe de subsidios, se mantiene en niveles aceptables. Si miramos a nuestro alrededor es fácil concluir, que los retos del mandato que comienza el 16 agosto son otros. Por ejemplo:
1) La reforma tributaria y la reforma de la constitución no se pueden aplazar un minuto más. Llegó el momento de que paguen más, quienes obtienen mayores beneficios y que nuestros recursos se utilicen para disminuir esa maldita desigualdad que provoca tanto dolor y miseria.
2) Hay que mantener tuche y sin saca rayita a los delincuentes que no pierden ocasión de sembrar el terror a diestra y siniestra. Sobre todo, a esos desfalcadores de cuello blanco que han saqueado, con el contubernio de tribunales corruptos y políticos charlatanes, el erario.
3) Ojo con las aspiraciones de los susodichos presidenciables. No debe el Partido Revolucionario Moderno permitir que retornen los fantasmas del pasado. Hay por ahí un grupo de zorras pequeñas, locos con dos cheles de espejismo de poder, dispuestos a echar a perder el ganado.
Sin embargo, lo más importante es seguir fortaleciendo nuestras instituciones para evitar que esperpentos como Maduro, Daniel Ortega o Nayib Bukele nos terminen jodiendo a todos. El presidente Abinader transmite firmeza, tranquilidad y sosiego. Estos elementos son fundamentales en un momento de tanta volatilidad y en el que tantos babosos van por ahí vendiendo sueños.
El Medio Oriente es un polvorín, Rusia lleva 25 años bajo el control absoluto de un megalómano y el monstruo de la recesión económica asecha a las grandes economías. Pero los Estados Unidos de América es la mamá, de la mamá, de la mamá. Nadie imagino que un delincuente podía dinamitar los cimientos de la primera potencia del planeta y que con un discurso vacío podía poner a sus pies a todo el Partido Republicano.
El trabajo realizado por Don José Ignacio Paliza, al frente del partido y como servidor público, es encomiable. Domar a quienes creyeron que seguiría el desorden, el irrespeto y las ínfulas de poder no ha sido tarea fácil, pero el señor Paliza superó la tarea con sobresaliente.
Los que fueron por lana y salieron trasquilaos. El Partido Revolucionario Moderno está por encima de esas bazofias. No es momento para tirar perlas a los cerdos. El compromiso del Partido Revolucionario Moderna trasciende a su militancia, es más que algunos nombramientos de poca monta y va más allá de quienes creen que pueden ir, como matones de patios de colegios, atropellando a sus compañeros de partido.
¡Ay de aquellos que ni siquiera contestan el teléfono! Entre las patas de los caballos te verás. El PRM es un compromiso innegociable con toda la sociedad dominicana. El PRM es un compromiso con los sectores productivos del país. El PRM es un compromiso con quienes vivimos en el extranjero.
El PRM es un compromiso con esos sectores que habían sido marginados por décadas y cuya deuda social acumulada no cabe en el Océano Pacífico. El PRM es la defensa de la integridad de cada dominicano, sin importar si éste reside en el lugar más recóndito del país.
El PRM es un partido de servidores públicos y en ese sentido el presidente de la república es nuestro mejor ejemplo. El nuevo partido sabe, como dice un dilecto amigo, “que más vale un enemigo leal que cien amigos falsos.
