Umbral

La injusticia del caso Camaleón: Un sistema que recompensa la corrupción y promueve la impunidad

Julio Guamán

La justicia en la República Dominicana necesita una reforma urgente. La confianza en el sistema se ha erosionado, y es responsabilidad de las instituciones trabajar para recuperar esa confianza. La lucha contra la corrupción no puede ser una mera retórica; debe traducirse en acciones concretas que demuestren que el Estado está dispuesto a proteger los intereses de todos los ciudadanos, no solo de aquellos que tienen el poder y los recursos para eludir la justicia.

Por Julio Guzmán Acosta

El reciente desenlace del caso Camaleón, que involucra a Hugo Beras, exdirector del INTRANT y José Ángel Gómez Canaán, conocido como Jochi, y otros implicados, expone de manera palpable las carencias del sistema de justicia en la República Dominicana. Apenas un mes después de ser apresados y de enfrentar una dura medida de prisión preventiva de 18 meses por su supuesta participación en una red de corrupción que malversó más de 1,300 millones de pesos destinados a la instalación de una red semafórica en el Gran Santo Domingo, los jueces han decidido modificar esa medida. Ahora, Gómez y sus coacusados se encuentran en casa, bajo condiciones que parecen mínimas: una fianza pírrica y la obligación de presentarse periódicamente ante el Ministerio Público.

Esta decisión no solo resulta desconcertante, sino que también envía un mensaje claro y peligroso. En un país donde la corrupción gubernamental ha sido una constante, el hecho de que los acusados puedan eludir la prisión preventiva tan rápidamente refleja una falta de compromiso por parte del sistema judicial para hacer frente a los actos de impunidad que han caracterizado la historia reciente del país.

La incautación de armas de fuego a Gómez durante los allanamientos realizados por las autoridades, junto con las graves acusaciones que enfrenta, deberían ser suficientes para mantenerlo bajo custodia mientras se lleva a cabo la investigación. Sin embargo, la justicia parece haber optado por un camino que no solo minimiza la gravedad de los delitos, sino que también relega a un segundo plano la seguridad y la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. ¿Qué tipo de mensaje se está enviando a aquellos que consideran que pueden beneficiarse del desfalco y la corrupción? La respuesta es clara: el sistema es indulgente, y las consecuencias son mínimas.

Los jueces que tomaron esta decisión argumentaron que no existe peligro de fuga, pero esta lógica resulta cuestionable en un contexto donde la corrupción ha demostrado ser un fenómeno que se alimenta de la impunidad. ¿Cómo se puede confiar en que aquellos acusados de actos delictivos graves no intentarán evadir la justicia? La percepción de que la justicia es un privilegio más que un derecho es una constante en la mente de muchos dominicanos.

El resultado de esta decisión es que la corrupción gubernamental sale fortalecida. Los corruptos no solo evitan enfrentar las serias consecuencias de sus actos, sino que también se ven incentivados a continuar operando con la certeza de que pueden salir ilesos. La falta de sanciones efectivas para quienes se aprovechan del erario perpetúa un ciclo vicioso en el que la ciudadanía se siente cada vez más desilusionada y desprotegida.

La justicia en la República Dominicana necesita una reforma urgente. La confianza en el sistema se ha erosionado, y es responsabilidad de las instituciones trabajar para recuperar esa confianza. La lucha contra la corrupción no puede ser una mera retórica; debe traducirse en acciones concretas que demuestren que el Estado está dispuesto a proteger los intereses de todos los ciudadanos, no solo de aquellos que tienen el poder y los recursos para eludir la justicia.

El caso Camaleón es solo una muestra más de cómo el sistema de justicia, en lugar de ser un baluarte contra la corrupción, se ha convertido en una herramienta que facilita la impunidad. Mientras los corruptos regresan a sus hogares, la sociedad dominicana continúa esperando un cambio real que garantice que la justicia no sea un privilegio, sino un derecho para todos.

Hola, 👋
Encantados de conocerte.

Regístrate para recibir contenido interesante en tu bandeja de entrada, cada mes.

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Deja un comentario

Más Reciente

Noticias Relacionadas

El Club Mauricio Báez se corona campeón en un final épico

Juan Miguel Suero (Mauricio Báez), seleccionado Jugador Más Valioso de la Serie Final, quien dio un tapeo para dar el triunfo frente a Bameso. Por Theo N. Guzmán   En una noche de baloncesto electrizante, el Club Mauricio Báez se alzó con su décimo campeonato al vencer al Club Bameso 93-91 en un séptimo partido que quedará grabado en la memoria de los aficionados. La victoria llegó gracias a un “tapeo” de Juan Miguel Suero, quien, con apenas tres segundos en el reloj, selló el destino del encuentro y desató la euforia en el Palacio Nacional de Voleibol Ricardo “Gioriver” Arias. La serie final, que fue un verdadero espectáculo, estuvo marcada por la intensidad y la emoción, con un marcador que reflejó la paridad entre ambos equipos: 27-19, 25-35, 20-21 y 21-16. A pesar de que Bameso mostró una gran resistencia, logrando remontar en varias ocasiones, el talento y la determinación de Mauricio prevalecieron en los momentos cruciales. La canasta decisiva de Suero llegó tras un rebote ofensivo, luego de que Emmitt Williams fallara un tiro que parecía seguro. Este momento culminante no solo le dio el título a Mauricio, sino que también le valió a Suero el reconocimiento como el Jugador Más Valioso del torneo. “Una emoción increíble, algo indescriptible. No tengo palabras. Estar al lado de los grandes y dirigiendo al Club Mauricio Báez”, expresó el entrenador, quien se convierte en el mánager más ganador del torneo distrital. Este campeonato marca un hito para Mauricio, ya que repite el título por primera vez desde su regreso en 2016 y se convierte en el primer equipo en lograrlo desde que Bameso lo hiciera en la temporada 2011-2012. Con esta victoria, Mauricio Báez suma cinco títulos en las últimas ocho finales disputadas, consolidando su estatus como uno de los clubes más exitosos del baloncesto dominicano. El partido fue un verdadero tira y afloja, con Bameso mostrando su valía como un digno rival. Jassel Pérez brilló con 30 puntos, mientras que Víctor Liz y Miguel Simón aportaron 18 y 15 puntos, respectivamente. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Bameso se quedó a un suspiro del campeonato, con Liz fallando un triple que podría haber cambiado el rumbo del partido justo al sonar la chicharra. La primera mitad del encuentro fue un reflejo de la competitividad de ambos equipos. Mauricio Báez tomó la delantera en varias ocasiones, pero Bameso, liderado por Liz, logró revertir la situación y se fue al descanso con una ventaja de 54-52. La defensa bamesiana fue crucial para mantener sus aspiraciones, mientras que Mauricio luchaba por no dejarse llevar por la presión. El ambiente en el Palacio fue electrizante, con los aficionados de ambos equipos animando a sus jugadores. Brian Ramírez, emocionado tras la victoria, dedicó el trofeo a su familia y a su tío Soterio Ramírez, quien falleció recientemente. “Este triunfo es para él”, dijo con lágrimas en los ojos. Con esta victoria, el Club Mauricio Báez no solo se lleva el trofeo, sino que también reafirma su legado en el baloncesto dominicano. La historia de este torneo se escribe con cada partido, y esta final será recordada como un ejemplo de pasión, esfuerzo y la inquebrantable voluntad de ganar. La próxima temporada promete más emociones, pero por ahora, los mauricianos celebran su décimo título, un logro que los coloca en la cima del baloncesto distrital. Lee también:EDITORIALSegún Amarante Baret, Danilo Medina tiene un acuerdo con un sector del PRMUn aniversario que une a dos leyendas revolucionarias en la lucha por la democracia y la libertad: B…EDITORIALMéxico defenderá a connacionales en EEUU, afirma presidentaDiputado Julio César López presenta proyecto de ley para facilitar el voto dominicano en el exteriorLa injusticia del caso Camaleón: Un sistema que recompensa la corrupción y promueve la impunidadDesfalco y corrupción: La facilidad con la que se burla la justicia en la República Dominicana

Read More »

Mateo Morrison

Jóvenes intelectuales se echaban al hombro el fusil reivindicador del verso comprometido, dulcificando con sus hermosos disparos el áspero ámbito de las andanzas de lucha en la  desesperada etapa de posguerra. Precisiones Por Santiago Castro Ventura   Desde el seno del pueblo, en la Cruz de Mendoza, al calor de la efervescencia patriótica que había generado la Guerra de Abril de 1965 surgía el aeda Mateo Morrison, con la proverbial sencillez que le caracteriza. Todavía retumbaban las poderosas metrallas cargadas de explosivas poesías como el célebre «Canto a Santo Domingo Vertical» de Abelardo Vicioso, «Ni un paso atrás» de Pedro Mir y otros poemas de bardos comprometidos con la defensa de la patria, cuando nos llegaba desde Chile el «Versainograma a Santo Domingo» de Pablo Neruda, la poesía neutralizaba el revés.  En los liceos, en la universidad, estos eran himnos de acción para la movilización. En ese ambiente surge el poeta Morrison como destacado integrante del Grupo Literario «La Antorcha». Jóvenes intelectuales se echaban al hombro el fusil reivindicador del verso comprometido, dulcificando con sus hermosos disparos el áspero ámbito de las andanzas de lucha en la  desesperada etapa de posguerra. Mateo al referirse a aquellos momentos críticos, donde irrumpían los jóvenes poetas de manera inoportunamente grata, apuntó sobre el particular: “El estallido insurreccional de abril permeó todos los aspectos de nuestras vidas y la poesía como cristal de los pueblos, registró en sus imágenes y metáforas, pinceladas que quizás pudieron escaparse en su objetividad científica a la historia”. “Y esto no es nuevo. ¿Qué son acaso La Ilíada y La Odisea sino receptáculos de las guerras y luchas del pueblo griego?  ¿Y la Biblia no está cargada de los episodios bélicos de la época? ¿Y las grandes obras épicas orientales?” “La Comuna de País, las Revoluciones Francesa, Mexicana, Rusa y Cubana, entre otras, han impactado la vida cotidiana y se han manifestado de las formas más diversas en la música, las artes plásticas y la literatura”. “La jornada de abril no ha sido una excepción y sólo hay que recordar a los poetas Pedro Mir, Abelardo Vicioso, Miguel Alfonseca, Rene del Risco, Máximo Aviles Blonda, entre otros, que en la histórica declaración de los artistas del 4 de julio de 1965, donde expresan: «Hemos cumplido con nuestro deber.  […]  (Mateo Morrison.  Abril del 65 visión poética.   Colección 50 Aniversario de la Gesta patriótica de Abril de 1965.  Santo Domingo, 2016. pp. 29-30). Mateo llega a la UASD y desde el Movimiento Cultural Universitario (MCU), se incorpora a la lucha social y política que libraba la juventud dominicana de manera indoblegable para extirpar el neotrujillismo en ciernes que representaba el balaguerato. En las grandes jornadas culturales y sociales de la época ahí estaban los más dignos representantes del MCU con Morrison, el «teórico» Jimmy Sierra, Domingo de los Santos y los demás abanderados de la literatura comprometida en la universidad. Esta actividad la continuó en el mismo tono militante en la Dirección de Cultura de dicha institución universitaria, junto al nunca olvidado asesor del movimiento estudiantil Narciso González (Narcisazo) y Antonio Lockward por supuesto. Todavía no se ha escrito el honroso papel de la prensa en general en este periodo, uno de estos órganos el periódico La Noticia,  bajo la aguerrida dirección de Silvio Herasme Peña, Huchi Lora y Miguel Angel Prestol, entre otros. Ese histórico medio decidió agregar un suplemento literario y no pudo ser mejor la elección de la dirección, que recayó en Mateo Morrison y el también brillante intelectual León David (hijo de Juan Isidro Jiménez Grullón, mí muy ilustre maestro de historia 011). El suplemento literario Aquí, constituyó un faro de luz para la cultura popular sin diferencias ideológicas que encontró un órgano de apoyo, en medio de la sórdida oscuridad que se ejercía desde el poder, persiguiendo las ideas políticas disidentes bajo el sambenito que violaban una ley que prohibía “practicar el comunismo”. Usted fácilmente no solo se pasaba una temporada tras las rejas por sus ideas, sino que podía perecer en un “intercambio de disparos”, aunque usted solo esgrimiera las citas del presidente Mao. A tono con su liderazgo literario, Mateo rindiendo honor a dos poetas comprometidos con las luchas sociales de los pueblos, fue el creador del Taller literario Cesar Vallejo y el Encuentro internacional de poetas Pablo Neruda.  En un ambiente de saludable debate intelectual se forma la generación literaria de los 80. El encuentro internacional de escritores Pablo Neruda, también fue uno de los importantes acontecimientos literarios de ese lapso. Mateo ha sido un intelectual por completo, dedicando su vida a la literatura de una manera sana, a tono con la naturalidad que le caracteriza, sin ínfulas de grandeza, sin ostentación de su prolífica bibliografía literaria.  Esa vehemencia por las letras fue adquirida desde el hogar, cabe destacar que sus hermanos Heriberto y Ramón también son apasionados por la literatura. En estos momentos en que el arte, la literatura y las ciencias sociales en general son hostilizadas por la cultura de lo insulso, lo soez,  lo agreste, debemos alentar que Mateo continue adelante con su antorcha literaria, al igual que otros nobles intelectuales que todavía son incansables promotores de la poesía y la literatura en  general por encima de todas las dificultades, como Odalis Pérez, Basilio Belliard, Plinio Chain, Julio Cuevas, Miguel de Camps, Cesar Zapata y los demás  que insisten con muchos bríos en no permitir que zozobre la cultura en nuestro medio. Lee también:El dominicano que se dañóEDITORIALEDITORIAL¿Alquilar o comprar un inmueble?Lo que fue aquella generación de idealistas¿Regresó Trump, y ahora?El declive moral de un imperioCuidar la mente limpia de los niños

Read More »

El dominicano que se dañó

Si el ser humano dominicano nacido y viviendo de manera habitual en su lar nativo siempre fue excelente, lo que ahora lo ha dañado son los vicios de la sociedad dominicana en decadencia. Por Ramón A. (Negro) Veras   1.- Nuestro país no siempre ha tenido en su seno a ese ente social inclinado a causar daño material o moral. El perjudicial, el lesivo se ha desarrollado con el tiempo. 2.- La persona negativa, esa perniciosa que le amarga la existencia a los demás, es fruto de un determinado período de la vida nacional dominicana. 3.- La mujer y el hombre dominicano del pasado estaban hechos para ser favorables, no para lesionar a sus congéneres, a sus semejantes, porque les dominaba la bondad. 4.- Lo que al proceder de los nuestros le ha hecho dañoso, debemos buscarlo en la misma sociedad dominicana, no fuera de ella. 5.- Si el ser humano dominicano nacido y viviendo de manera habitual en su lar nativo siempre fue excelente, lo que ahora lo ha dañado son los vicios de la sociedad dominicana en decadencia. 6.- Un ciudadano cargado de pureza, de absoluta integridad, nacido y desarrollado en el mismo país, tiene ahora como homólogos a deshonestos y pervertidos de todos los calibres. 7.- Un ambiente como el dominicano de hoy, preñado de manchas sociales, lo más normal es que exhiba la basura, el subproducto social, el lúmpen. 8.- El deterioro económico y social que ha arrastrado la República Dominicana ha llegado acompañado de una ciudadana y un ciudadano que bien han asimilado los defectos y los bochornosos estigmas aceptados como cultura de gente de poco juicio. 9.- No es habitual que el chisme, el odio, la envidia, la mentira y el engaño formen parte de la manera de ser de la generalidad de nuestros connacionales de esta época. 10.- Ningún individuo, en un abrir y cerrar de ojos, se hace chismoso, odiador o intrigante. Debe haber cultivado y asimilado maldades para hacer de acciones feas algo propias y muy distintivas de su carácter y forma de ser. 11.- La base sobre la cual descansa la sociedad en la cual convivimos dominicanas y dominicanos, tiene una superestructura instructiva para que la persona, una vez entregada a la maldad, la difunda como norma correcta conveniente a imitar. De ahí que es algo cultural hacer maldad, ejecutar travesuras. 12.- En la medida que la sociedad se hace más añeja y acumula porquerías de todo tipo, más comunitarios resultan moralmente dañados. El transcurso de los años hace más inservible el medio donde habitamos. Lo inútil está ocupando el espacio social. 13.- Lo único positivo que se puede lograr en los marcos de la actual coyuntura dominicana es alentar a que fuerzas motrices, no contaminadas por los vicios sociales, se ocupen de accionar políticamente para eliminar lo dañado por lo sano de que este pueblo es merecedor. 14.- Es de confiar que nuestro país va a cambiar para bien, aunque al adecentamiento de la sociedad se opongan las rémoras adversas al progreso y desarrollo humano. 15.- La República Dominicana está necesitando un régimen económico y social nuevo, en el cual se desarrolle un ser humano virtuoso, que simbolice laboriosidad, fraternidad y apego a nuevos valores éticos y morales. 16.- Lo ideal sería que nuestro país llegue a contar con dominicanas y dominicanos que abracen la moral social, expresada en su conducta ante el trabajo, la sociedad y la familia. Ese es el ser humano cuya actitud responde a la forma de portarse en comunidad. Lee también:Mateo MorrisonEDITORIALEDITORIAL¿Alquilar o comprar un inmueble?Lo que fue aquella generación de idealistas¿Regresó Trump, y ahora?El declive moral de un imperioCuidar la mente limpia de los niños

Read More »
Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial
Scroll al inicio