El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y el periodista español Ignacio Ramonet, durante la entrevista que este último realizó al mandatario en el Palacio de Miraflores, en Caracas. (Foto cortesía Ignacio Ramonet).
Por Servicios Umbral.com.do
En una conversación que se realizó en el despacho presidencial de Miraflores, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abordó una variedad de temas cruciales que van desde la política interna hasta la economía y la situación internacional. La entrevista, conducida por el periodista Ignacio Ramonet, se centró en la reciente reelección de Maduro y la percepción global de Venezuela como un centro de atención internacional.
Maduro comenzó defendiendo la necesidad de una reforma constitucional, destacando que cualquier cambio debe ser validado por el pueblo a través de un referéndum. En una notable comparación, mencionó la toma de posesión de Donald Trump en Estados Unidos y la suya propia, subrayando que ambos eventos generan un interés global debido a la “disputa por el control y dominio de Venezuela”. Recordó momentos históricos de lucha y resistencia, evocando figuras como Simón Bolívar y el Gran Mariscal de Ayacucho, y argumentó que la Revolución Bolivariana sigue siendo un bastión de resistencia contra el imperialismo.
A lo largo de la entrevista, Maduro criticó lo que llamó “diplomacia del engaño” del imperio estadounidense, remarcando que, a pesar de las sanciones y la presión internacional, Venezuela ha logrado desestabilizar los planes de sus adversarios. Afirmó que el país ha mantenido la paz y la democracia, a pesar de los intentos de desestabilización por parte de grupos de extrema derecha. También se refirió a la reciente violencia que siguió a su victoria electoral, culpando a “grupos organizados” por los disturbios y desmintiendo las narrativas mediáticas que responsabilizaban a su gobierno.
En términos económicos, Maduro destacó lo que considera un “milagro económico” en Venezuela, con un crecimiento significativo a pesar de las sanciones. Habló sobre la diversificación de la economía nacional, enfatizando el desarrollo del sector agroalimentario y la reducción de la dependencia del petróleo. Aseguró que el país no solo busca autosuficiencia, sino que también está trabajando en un modelo económico que garantice estabilidad y crecimiento sostenible.
La conversación también tocó el tema de las redes sociales y su impacto en la sociedad. Maduro expresó su preocupación por la manipulación y el uso de estas plataformas para promover violencia y desestabilización en Venezuela. En este contexto, mencionó la reciente decisión de la Sala Constitucional de Venezuela de imponer sanciones a TikTok, citando su papel en la propagación de retos virales peligrosos que han afectado a los jóvenes.
Finalmente, en el ámbito internacional, Maduro reflexionó sobre el estado actual del mundo, señalando que estamos en una fase de transición hacia un orden multipolar. Se mostró optimista sobre el futuro de América Latina bajo gobiernos de izquierda, recordando la importancia de la integración regional y la necesidad de una unión entre los países del sur global. Ante la creciente crisis en Gaza y otros conflictos, Maduro abogó por un enfoque en el derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos.
En resumen, la entrevista con Nicolás Maduro ofreció una visión detallada de su perspectiva sobre la situación actual de Venezuela y el mundo, defendiendo su legado bolivariano y su lucha contra el imperialismo, mientras proyectaba un futuro de esperanza y resistencia. La conversación, marcada por la efervescencia política y social, reveló la complejidad de la realidad venezolana y la determinación de su presidente de mantener el rumbo de la Revolución Bolivariana.