En la imagen, el momento en que Héctor García de la Cruz, juramenta la nueva directiva electa en Londres el pasado 26 de octubre, encabezada por Ramon Luna.
Por Julio Guzmán Acosta
Londres, Reino Unido – El pasado sábado 26 de octubre, el presidente federal del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en Europa, Héctor García de la Cruz, convocó a una asamblea en Londres con el objetivo de elegir una nueva dirección ejecutiva. La elección resultó en la designación de Ramón Luna como presidente y líder de la nueva directiva, pero lo que parecía ser un paso hacia la renovación se ha convertido en el epicentro de un conflicto que ha desatado un rechazo generalizado entre los miembros del partido.
El lunes 28 de octubre, el descontento se hizo evidente cuando un comunicado firmado por Carlos Alberto Núñez, presidente, y José Daniel Polanco, secretario general de la seccional del PRM en Madrid, fue divulgado. En este documento, se desautorizaba la reciente elección en Londres y se ratificaba que los verdaderos dirigentes del partido en la capital británica son Miguel Antonio Almonte Fabian, presidente, y Rodolfo Julián Méndez, secretario general. “Llamamos a la militancia a no dejarse confundir y a seguir trabajando por el bien del PRM”, enfatizaron Núñez y Polanco, dejando claro su apoyo a la dirección que consideran legítima.
La controversia ha escalado y, el día de ayer, 29 de octubre, Héctor García de la Cruz, en su calidad de presidente federal de Europa, dirigió una comunicación a Núñez y Polanco, afirmando que tiene la facultad para reorganizar al PRM en la región. García de la Cruz subrayó que la única jurisdicción de Núñez y Polanco es la de Madrid, lo que implica que no pueden desconocer un organismo que él haya reestructurado. Este mensaje ha intensificado las tensiones, ya que plantea la validez de la nueva directiva y la autoridad de los líderes locales.
Los seguidores de la nueva directiva liderada por Ramón Luna han defendido su elección, argumentando que se realizó de acuerdo con los procedimientos establecidos. Sin embargo, los miembros leales a Almonte y Méndez han denunciado irregularidades en el proceso, lo que ha llevado a una creciente polarización dentro de la organización.
Este conflicto no solo ha sembrado discordia entre los miembros del PRM en Europa, sino que también ha llamado la atención de los líderes del partido en la República Dominicana, quienes observan con preocupación el impacto que esta crisis podría tener en la imagen y la cohesión del PRM en el exterior. El partido, que ha trabajado arduamente para consolidar su presencia en Europa, ahora enfrenta el desafío de resolver una disputa interna que podría afectar su capacidad de movilización y apoyo.
Con la militancia dividida y la situación en un punto álgido, se espera que las próximas semanas sean decisivas para el futuro del PRM en Londres y, por extensión, en toda Europa. Los líderes del partido tendrán que actuar rápidamente para encontrar un camino hacia la reconciliación y la unidad, antes de que este conflicto se profundice aún más y afecte la operatividad del PRM en el continente.