Por Julio Guzmán Acosta
En el escenario político dominicano, la figura de María Teresa Cabrera se alza con la dignidad de quien ha dedicado toda su vida a la lucha social y la defensa de los derechos educativos. Su candidatura a la presidencia de la República por el Frente Amplio no es un hecho aislado, sino el resultado de un compromiso inquebrantable con las causas justas y el bienestar del pueblo dominicano.
María Teresa Cabrera, oriunda de La Vega, ha sido una activista incansable, cuya voz se ha levantado en las calles en demanda del 4% para la educación, en la Marcha Verde contra la impunidad, y en la defensa de Loma Miranda, entre otras manifestaciones populares. Su trayectoria y lucha es un testimonio de su pasión por la justicia social y su determinación por ver un país donde la educación y los derechos humanos sean prioridad.
Con una formación académica que incluye títulos en Filosofía y Letras, Educación Social, y maestrías en Desarrollo Humano y Sostenible, así como en Liderazgo Educativo, Cabrera no solo está preparada intelectualmente, sino que también posee la experiencia de haber sido presidente de la Asociación Dominicana de Profesores. Su liderazgo en el gremio magisterial y su participación en movimientos juveniles y culturales han sido fundamentales en su formación como líder social y política.
En el ámbito político, Cabrera no es nueva. Ya en 2008, se postuló para la vicepresidencia de la República Dominicana con el Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA). Ahora, con el respaldo del Frente Amplio y el Congreso Cívico, busca representar una opción progresista y de izquierda en la contienda electoral de 2024. Su candidatura es una promesa de reformas político-institucionales profundas que buscan transformar los rasgos esenciales del régimen político heredado de la dictadura trujillista, tales como el clientelismo, la debilidad institucional, la concentración de la riqueza, la centralización del poder, y los altos niveles de corrupción e impunidad.
Las propuestas políticas de Cabrera y el Frente Amplio son claras: impulsar una transformación político-institucional que abra paso a una nueva época política, orientada a fortalecer las instituciones y garantizar la justicia social. Su lucha histórica por la asignación del 4% para la educación ha sido clave y pretende implementar estas y otras reformas desde el Palacio Nacional.
María Teresa Cabrera representa la esperanza de un cambio genuino, de una política que se construye desde las bases y para las bases. Su candidatura es un llamado a la acción para todos aquellos que anhelan un país más justo, más educado y más humano. Con su experiencia y su visión, Cabrera se presenta como una candidata que no solo entiende las necesidades del pueblo dominicano, sino que también tiene la valentía y la determinación para enfrentar y superar los desafíos que implica el liderazgo de una nación. !Votar por ella es un ejercicio de honestidad y amor a la patria!