Los taxistas, vendedores de los mercados, motoconchistas y artesanos consultados, están dispuestos a afiliarse al seguro familiar de salud, por ser su mayor prioridad familiar, mediante modalidades de afiliación, recaudo y pago adecuadas a su nivel y modalidad de ingreso. Un sistema universal no puede marginar más a los marginados, a pesar de ser el 57% de la PEA.
Por Arismendi Díaz Santana
La afiliación de los choferes ha sido una promesa electoral y una meta de la mayoría de los políticos y presidentes del país. Especialmente, en la dotación de un seguro médico, incluyendo a sus familiares. En 1980, el presidente Don Antonio Guzmán Fernández, hizo esfuerzos en esa dirección, sin alcanzar la meta propuesta.
20 años después, el presidente Hipólito Mejía, me citó al Palacio Nacional, siendo el Gerente General del CNSS y me pidió a la brevedad un plan para iniciar el Seguro Familiar de Salud con los choferes independientes y sus familiares. Al Presidente le preocupaba el continuo retraso del inicio del SFS del Régimen Contributivo, y pretendía romper el hielo afiliando a los choferes para empujar a un acuerdo.
Dos semanas después volví al Palacio Nacional y le presenté la propuesta. La consideró apropiada porque “esa es una deuda social que tenemos desde la presidencia de Don Antonio”. Cuando le expliqué el costo y el aporte del Estado, de inmediato llamó al Secretario de Finanzas para determinar la disponibilidad, tratándose de un compromiso permanente. Lamentablemente, la respuesta fue negativa, debido a la delicada situación económica del país.
Ahora, 20 años después, cuando se está hablando de los retos de extender la cobertura a los grupos de difícil afiliación, vale la pena recordar esa deuda social del mismo grupo político, ante una nueva coyuntura nacional más propensa al cambio, por tratarse de un mandato legal.
Los taxistas constituyen uno de los grupos de trabajadores autónomos a priorizar en el inicio del Régimen Contributivo Subsidiado. Están asociados para defender sus derechos y proteger su nicho de mercado. Se sienten orgullosos de su trabajo y se empeñan en proyectar profesionalidad, disciplina, cumplimiento, confianza y honradez.
La gran mayoría presta sus servicios asociados a compañías de transporte que reciben los pedidos de los clientes y los transmiten a los taxistas asociados. Por cada traslado o servicio se cobra una tarifa, de la cual retiene el porcentaje que le corresponde y entrega el resto a dicha compañía. Totalizan más de 60,000 a nivel nacional.
Los vendedores de los mercados tienen la ventaja de que están concentrados, se conocen y están organizados para defender su puesto de trabajo, y porque tienen que pagar una tarifa a los ayuntamientos por el uso del local. Los taxistas, vendedores, motoconchistas y artesanos consultados están dispuestos a afiliarse al seguro familiar de salud, porque es su mayor prioridad familiar.
Apertura conceptual para crear nuevas modalidades de afiliación, recaudo y pago
En todas las propuestas que he presentado sobre el inicio del Régimen Contributivo Subsidiado, he insistido en seis puntos claves: 1) es necesario mucha apertura conceptual para proponer modalidades de afiliación, recaudo y pago de acuerdo a las características de cada grupo; 2) la afiliación no puede ser obligatoria, ya que el Estado no tiene forma de imponerla; 3) la afiliación debe ser gradual, priorizando a los grupos organizados; 4) es necesario presentar una propuesta atractiva y asequible a cada segmento laboral; 5) la filiación debe ser gradual priorizando el SFS; y 6) su afiliación a la Seguridad Social no debe prestarse a persecución fiscal.
Los moldes vigentes de afiliación y pago fueron diseñados por los seguros sociales hace 150 años para las grandes industrias y comercios, por lo que resultan excluyentes en una economía informal, donde la fuerza de trabajo vive de ingresos variables, está dispersa y carece de organización y registros contables.
Por esa razón, todos los intentos de afiliar a los autónomos al Contributivo han resultado muy limitados, debido a que tendrían que pagar el 100% del costo de la afiliación. Resulta contraproducente imponer una carga tan pesada, a un sector laboral tan vulnerable. Pero tampoco tiene sentido afiliarlos al Subsidiado, ya que el 70% tiene capacidad contributiva y puede aportar. En adición al alto costo, ese traje tradicional le resulta una camisa de fuerza.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) reitera su disposición de colaborar con las autoridades en los estudios y el diseño de propuestas viables y sostenibles para afiliar al Régimen Contributivo Subsidiado, a los taxistas, a los vendedores de los mercados, a los motoconchistas y a los artesanos, entre otros. Un sistema universal no puede marginar más a los marginados, a pesar de ser el 57% de la PEA.