Por César Dalmasi Guzmán
El exministro de Educación, Roberto Fulcar, solicitó al actual titular de esa cartera, Luis Miguel de Camps, que se restablezca “el derecho de los perremeistas” a formar parte del Ministerio de Educación de la República Dominicana.
A través de una carta recibida el pasado 15 de abril en el despacho del ministro De Camps, Fulcar denunció que tras su salida del cargo en agosto de 2022, la gestión que lo reemplazó, encabezada por Ángel Hernández, procedió a una “implacable cacería” contra los funcionarios que llegaron con él en 2020, luego de la victoria del presidente Luis Abinader.
“Fue puesta en marcha una implacable cacería contra los funcionarios que llegaron a la institución junto a mí. Tras lograr la destitución de los seis viceministros, tal cacería siguió con directores generales, departamentales y de áreas, luego con directores regionales, distritales y otros servidores”, expresó Fulcar en el comunicado. Asimismo, denunció cancelaciones, degradaciones, reducciones salariales y diversas humillaciones contra funcionarios “competentes, dedicados, comprometidos, cumplidores y éticos”, que además eran compañeros de partido, sin justificación alguna.
El exministro subrayó que la estructura de dirección del Ministerio de Educación se convirtió en “una carnicería” contra los perremeístas, especialmente contra quienes se negaron a renegar de su persona cuando desde el Gabinete del Minerd y la Dirección de Gestión Humana se les preguntaba: “¿quiénes son del equipo de Roberto Fulcar aquí?”.
Fulcar, quien también fue jefe de campaña de Luis Abinader en 2020, manifestó que puede aportar “datos incontrovertibles” para constatar estas situaciones, en particular las relacionadas con la reducción de salarios de varios funcionarios.
“Es perentorio hacer justicia, empezando por revertir las reducciones salariales a directores generales, departamentales, regionales, distritales y otros servidores; por reponer a los cancelados arbitrariamente; por reivindicar a los degradados; y por restablecer el derecho de los perremeístas a ser parte del Ministerio de Educación en el gobierno que ganaron, sin temores y sin la obligación de doblegarse, siempre y cuando estén en pleno disfrute de sus derechos, reúnan las competencias requeridas para sus cargos y cumplan con sus deberes y con la ética que les demanda la condición de servidores públicos”, señala la misiva.
Tras su destitución, Fulcar fue designado ministro sin cartera y se ausentó temporalmente de la vida pública para tratar una situación de salud en Estados Unidos.
La carta de Fulcar abre un llamado a la reflexión sobre la gestión interna del Ministerio de Educación y la necesidad de garantizar la equidad política y profesional en el servicio público.
César Dalmasi Guzmán
Santo Domingo, abril 2025