Por Julio Guzmán Acosta
Madrid, 11 de marzo. España recorda hoy, con profundo dolor y un sentido homenaje, el vigésimo primer aniversario de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, conocidos como el 11M, que dejaron 193 víctimas mortales y más de 2.000 heridos. Este luctuoso día, considerado el peor ataque terrorista en la historia del país, sigue siendo una herida abierta para los españoles, quienes rindieron tributo a las víctimas con ofrendas florales, misas y testimonios desgarradores de sobrevivientes.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se sumó a las conmemoraciones a través de sus redes sociales, donde reivindicó la lucha contra la violencia y el fanatismo. «Mi especial recuerdo hoy, 11M, a todas las víctimas del terrorismo. Frente a la violencia y el fanatismo, verdad, justicia y reparación», escribió en X (antes Twitter), en el marco del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.
El Partido Popular (PP), por su parte, también expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias, enfatizando la importancia de mantener viva la memoria histórica. En un mensaje en la misma red social, el partido conservador apeló a la defensa de «la memoria, la dignidad y la justicia», valores que consideran esenciales para honrar a quienes perdieron la vida en aquel trágico día.
El recuerdo de una tragedia que marcó a España
El 11 de marzo de 2004, entre las 07:36 y las 07:40 horas, diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes de Madrid conmocionaron al país. Las estaciones más afectadas fueron El Pozo, con 68 fallecidos; la calle Téllez, con 64 muertes; Atocha, con 34 víctimas; y Santa Eugenia, con 16. El resto de las personas fallecieron en hospitales a causa de las graves heridas. Las imágenes de los trenes destrozados y las escenas de caos y desesperación quedaron grabadas en la memoria colectiva de los españoles.
Javier Gómez Bermúdez, el juez que lideró las investigaciones y el proceso judicial culminado en 2007, destacó en una entrevista con la televisión pública que las condenas fueron ejemplares y que los abogados involucrados actuaron con integridad, resistiendo cualquier intento de presión política. El fallo judicial sentó un precedente en la lucha contra el terrorismo en España.
Críticas y manipulaciones políticas
El documental Memorias del 11M: regreso al peor día de nuestras vidas, emitido por TVE con motivo del vigésimo aniversario en 2023, reveló no solo los testimonios de héroes anónimos que ayudaron a las víctimas, sino también las manipulaciones políticas que rodearon la tragedia. En aquel momento, el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, del Partido Popular, atribuyó sin pruebas sólidas los atentados al grupo terrorista ETA, una afirmación que fue rápidamente desmentida por fuentes cercanas a la organización vasca e incluso por el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Bush, aliado de Aznar, sugirió en una entrevista con Lorenzo Milá, de RTVE, que los atentados podrían estar vinculados con Al Qaeda. Esta revelación, junto con la gestión del Gobierno de Aznar, que en ese momento apoyaba la invasión de Iraq, generó un fuerte rechazo ciudadano. En las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido nuevo presidente del Gobierno, en lo que muchos interpretaron como un castigo al PP y su candidato, Mariano Rajoy, quienes mintieron en un intento por manipular la opinión pública para sacar rédito político.
Zapatero, una vez en el poder, tomó medidas significativas, como la retirada de las tropas españolas de Iraq apenas 33 días después de asumir el cargo. Además, su gestión fue clave en la posterior disolución de ETA, marcando el fin de un capítulo oscuro de terrorismo en España.
Un día para no olvidar
Veintiún años después, el 11M sigue siendo un recordatorio de la fragilidad de la paz y la importancia de la unidad frente al terrorismo. Las conmemoraciones de este año no solo honran a las víctimas, sino que también refuerzan el compromiso de España con la justicia, la verdad y la reparación. Como dijo el juez Gómez Bermúdez, «la memoria es el mejor antídoto contra el olvido», y en un día como hoy, España demuestra que no olvida.