El presidente Nayib Bukele, compartió este sábado una serie de fotografías inéditas de su reciente visita oficial a la Casa Blanca, donde sostuvo un encuentro con el mandatario estadounidense Donald Trump.
Por Virtudes Álvarez Sampedro
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, lanzó este domingo una propuesta para intercambiar prisioneros con el gobierno de Venezuela, planteando un canje entre los venezolanos deportados desde Estados Unidos que su administración mantiene encarcelados y los denominados «presos políticos» que, según Bukele, se encuentran detenidos en Venezuela.
A través de una publicación en la red social X (antes Twitter), Bukele enumeró a varios familiares de figuras de la oposición venezolana de alto nivel, además de periodistas y activistas que fueron arrestados durante la represión electoral ejecutada por el gobierno de Nicolás Maduro el año pasado. «La única razón por la que están encarcelados es por haberse opuesto a usted y a sus fraudes electorales», señaló el mandatario salvadoreño en su mensaje dirigido a Maduro.
En su propuesta humanitaria, Bukele planteó la repatriación del 100 % de los 252 venezolanos deportados y recluidos en El Salvador, a cambio de la liberación y entrega de un número idéntico de presos políticos que, según él, el gobierno venezolano mantiene tras las rejas.
Actualmente, los venezolanos deportados están recluidos en una megaprisión conocida como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una instalación construida por el gobierno de Bukele en el marco de su ofensiva contra las pandillas que operan en el país. Esta medida ha provocado controversia, especialmente luego de que se revelara que entre los deportados se encuentra Kilmar Abrego García, un salvadoreño cuya situación ha generado batallas judiciales para su eventual regreso.
El escrutinio internacional sobre la política salvadoreña hacia los deportados venezolanos ha aumentado en los últimos meses, debido a las acusaciones de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, que los vinculó con pandillas como el Tren de Aragua, aunque con escasas pruebas.
Las críticas no se han hecho esperar. El arzobispo de El Salvador, José Luis Escobar Alas, hizo un llamado público para que Bukele evite que el país se convierta en «una gran prisión internacional», advirtiendo sobre las implicaciones humanitarias y sociales de mantener a estos deportados en condiciones carcelarias.
En respuesta a las críticas, Bukele defendió este domingo que todas las personas encarceladas forman parte de operaciones contra pandillas y grupos criminales, reiterando que su gobierno actúa con base en la seguridad nacional y el combate al crimen organizado.
La propuesta de Bukele a Maduro abre un nuevo capítulo en la compleja relación entre ambos países y plantea un desafío diplomático que podría tener repercusiones en la política migratoria y de derechos humanos en la región.