Por Brendalis Reyes
Santo Domingo. En un ambiente de diálogo y expectativa, el ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, presentó ante la Comisión Especial del Senado la Propuesta para la Modernización del Código de Trabajo. Este proyecto, que busca reformar el marco laboral del país, ha generado un intenso debate en el que las centrales sindicales han adoptado una posición crítica y vigilante.
Durante su exposición, De Camps delineó los cinco grandes bloques que componen la propuesta: mejora de procedimientos, derechos individuales, inclusión del trabajo del hogar, teletrabajo y la capacidad sancionatoria del Ministerio de Trabajo. El ministro enfatizó que la iniciativa es el resultado de un proceso tripartito que involucra al gobierno, empleadores y trabajadores, con el objetivo de alcanzar un consenso que beneficie a todas las partes.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por presentar un proyecto inclusivo, las centrales sindicales han manifestado su preocupación. La Unión Clasista de Trabajadores (UCT), Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) y la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) han expresado su desconfianza respecto a la verdadera intención detrás de la modernización del Código de Trabajo. Según ellos, aunque la propuesta incluye mejoras significativas, como el aumento del 100% en la licencia de paternidad y la regulación del trabajo doméstico, aún persisten vacíos que podrían afectar los derechos de los trabajadores.
“Es fundamental que se garantice la protección de los derechos laborales en cada uno de los artículos que se están discutiendo. No podemos permitir que la modernización se convierta en una excusa para desmejorar las condiciones de trabajo”, afirmó Juan Núñez secretario general de la UCT durante una reciente rueda de prensa. Esta postura refleja el temor de que la búsqueda de mayor productividad y competitividad pueda llevar a la flexibilización de derechos laborales fundamentales.
La propuesta también incluye medidas para reducir los gastos administrativos y legales en las relaciones laborales, un aspecto que ha sido recibido con escepticismo por parte de los sindicatos. “Si bien es cierto que se busca simplificar procesos, no podemos sacrificar la justicia laboral en el camino. La judicialización laboral debe ser abordada con cautela”, añadió Núñez
A pesar de las críticas, el ministro De Camps defendió la propuesta como un avance necesario para el país. “Hemos trabajado durante más de dos años en este proyecto, realizando más de 100 sesiones de diálogo. La modernización del Código de Trabajo es un paso hacia la paz laboral y la generación de empleos”, subrayó.
La Comisión Especial del Senado, presidida por Rafael Barón Duluc, se encuentra en la fase de ponderación del proyecto. Los senadores han mostrado interés en recibir respuestas claras sobre las inquietudes planteadas por los sindicatos, lo que sugiere que el debate está lejos de concluir.
En este contexto, las centrales sindicales continúan organizándose para hacer escuchar su voz. La lucha por la defensa de los derechos laborales en la República Dominicana se intensifica, y la modernización del Código de Trabajo se convierte en un campo de batalla donde se juegan no solo las condiciones laborales, sino también el futuro del trabajo en el país.
La Comisión Especial que procederá a ponderar el proyecto está conformada por los senadores Rafael Barón Duluc, quien la preside; Pedro Manuel Catrain Bonilla, Cristóbal Castillo Liriano, María Mercedes Ortiz Diloné, Omar Fernández Domínguez, Santiago José Zorrilla, Eduard Alexis Espíritusanto, Antonio Taveraz Guzmán y Casimiro Antonio Marte Familia.