Dío Astacio, alcalde de Santo Domingo Este. (Foto de archivo UMBRAL.COM.DO)
Por Thiago Zorrilla Acosta
Santo Domingo Este. – Con la mirada puesta en el exitoso modelo de conservación aplicado en la cordillera Central, el alcalde Dio Astacio anunció este martes un ambicioso plan para replicar la experiencia del Plan Sierra en la cuenca del río Ozama, un afluente que hoy lucha por sobrevivir entre toneladas de basura y escombros.
Un modelo que inspira
Inspirado en los 89 millones de árboles sembrados y el aumento del 50% en cobertura boscosa logrados por el Plan Sierra en San José de las Matas, Astacio firmó acuerdos con los municipios ribereños y el Ministerio de Medio Ambiente para frenar la degradación del Ozama, considerado «el segundo vertedero más grande del país».
«Lo que hicieron en el Cibao es prueba de que con voluntad política se revierten décadas de abandono», destacó el alcalde, quien recordó que esta cuenca —la cuarta más importante de RD— abastece de agua a gran parte del Gran Santo Domingo.
Basura, escombros y terrenos «fantasma»
Entre las principales amenazas que enfrenta el río, Astacio denunció un mercado ilegal de terrenos: camiones descargan escombros en las riberas para luego vender esos espacios como solares a $300,000 pesos.
Para combatirlo, la alcaldía implementó:
– Patrullas permanentes de la Policía Ambiental, que ya han multado a decenas de transportistas.
– Un Centro de Acopio en Las Lilas (en operación desde abril) que ha interceptado toneladas de plásticos antes de llegar al río, en alianza con el PNUD y Fundeamor.
«Queremos convertir a Santo Domingo Este en la Capital del Reciclaje de Latinoamérica», anunció el pastor, prometiendo estímulos para mipymes verdes que procesen residuos.
El Ozama como activo turístico
Más allá de la emergencia, el plan municipal contempla una visión a largo plazo:
– Restaurar la biodiversidad con reforestación masiva (el proyecto incluye viveros locales).
– Crear un corredor ecoturístico que aproveche el río como atractivo.
– Replicar los 92 millones de árboles sembrados en la Sierra, pero con especies nativas de la zona.
«No es solo limpiar —explicó Astacio—. Es devolverle al Ozama su capacidad de generar vida, empleos y desarrollo”.
Los desafíos
Aunque el anuncio fue bien recibido por ambientalistas, estos recuerdan que el Ozama arrastra problemas complejos:
– Descargas industriales no tratadas (el 60% proviene de zonas fabriles).
– Asentamientos informales en sus márgenes.
– Falta de plantas de tratamiento en la cuenca baja.
Próximos pasos: La alcaldía presentará en mayo un fondo público-privado para financiar las primeras etapas, siguiendo el esquema que hizo viable el Plan Sierra con apoyo de empresas como el Banco Popular.
En contexto:
– El Ozama recibe el 70% de los desechos sólidos del Distrito Nacional.
– Un estudio de la UASD (2024) halló metales pesados en sus aguas, incluyendo mercurio.
– El Plan Sierra fue creado en 1979 y hoy es modelo internacional.