Más allá de las cifras, es el espíritu de colaboración y la confianza en la visión de un ministro que ha sabido navegar el complejo ecosistema del turismo lo que ahora prevalece.
THEO N. GUZMÁN
La brisa tropical que acaricia las playas de la República Dominicana parece también llevar consigo un soplo renovador para el sector turístico del país. La reciente ratificación de Luis Abinader, presidente de la República, del ministro de Turismo, David Collado, se ha convertido en el lema de optimismo entre los actores de un sector fundamental para la economía dominicana.
Las redes sociales se han visto inundadas de felicitaciones y apoyo a la figura del ministro, evidenciando el consenso que su gestión ha logrado despertar entre inversionistas y empresarios del turismo.
Gabriel Escarrer, presidente del Grupo Melia, fue uno de los primeros en alzar la voz en la red social X (antes conocida como Twitter), expresando su satisfacción con la decisión del mandatario. “Una impecable labor y ser ejemplo de colaboración público-privada”, exclamó Escarrer, recordándonos que, en el turismo, donde las alianzas son la clave, la continuidad puede ser un aliado potente en tiempos inciertos.
Su apoyo, junto al de otros destacados inversionistas como Encarna Piñeiro, presidenta del Grupo Piñeiro, y Adriana Cisneros, cabeza del Grupo Cisneros, reflejó la confianza en que la gestión de Collado será un catalizador para futuros desarrollos en la industria.
El respaldo no fue sólo de palabras. Encarna Piñeiro, quien tuvo la visión de soñar en grande, anhela fraguar nuevos proyectos en la República Dominicana, un país que ya ha manifestado su capacidad de recuperación post-pandemia. Con el crecimiento del turismo, no sólo llegan visitantes, sino también más oportunidades de negocio y empleo para los dominicanos.
Los empresarios miembros de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (ASONAHORES) se unieron al coro de elogios, augurando un nuevo periodo de éxitos que podría superar al recién concluido, uno marcado por récords históricos en la llegada de turistas.
Y es que, con cifras que muestran una recuperación asombrosa, la República Dominicana ha sido reconocida a nivel mundial por su capacidad de reactivar el turismo tras la crisis provocada por la COVID-19. Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), el país se proyecta cerrar el año 2024 con más de 11 millones de visitantes, una cifra sin precedentes que resalta el potencial de este caribeño destino.
Más allá de las cifras, es el espíritu de colaboración y la confianza en la visión de un ministro que ha sabido navegar el complejo ecosistema del turismo lo que ahora prevalece.
La ratificación de David Collado se erige como un símbolo de estabilidad en un sector que, como un faro en la penumbra, siempre ha iluminado los caminos de la economía dominicana. La esperanza y el trabajo mancomunado parecen prometernos que el horizonte, con su sol ardiente, seguirá recibiendo cada vez más turistas, enamorándolos de la calidez de su gente y la belleza de sus paisajes.
Como espectadores de este proceso, solo nos queda observar cómo el liderazgo de Collado transforma no solo el presente, sino también el futuro del turismo en nuestro país, con cada invitado que llega a disfrutar de nuestras playas de arena dorada y cultura vibrante. La encrucijada está servida: un nuevo periodo de oportunidades está por desplegarse en el territorio caribeño, y la sociedad dominicana está lista para asegurarse de que cada visitante se lleve un pedazo de su historia.