Santo Domingo, 2 de diciembre de 2024 – En un mensaje claro y directo, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, reafirmó el compromiso de su administración de reducir la pobreza general al 15% y la pobreza extrema a menos del 1% para el año 2028. A través de plataformas digitales y las principales cadenas de televisión, el mandatario se dirigió a la nación, reflexionando sobre los logros alcanzados hasta la fecha, los desafíos superados y las ambiciosas metas que busca cumplir en los próximos años.
La presentación de Abinader estuvo marcada por un tono optimista, donde destacó programas como Supérate, que se ha convertido en un pilar fundamental en la lucha contra la pobreza. Este programa, diseñado para ofrecer apoyo a las familias más vulnerables, busca no solo aliviar la situación económica de estos hogares, sino también promover la autosuficiencia a través de capacitación y oportunidades de empleo. “Declarar a nuestro país libre de hambre no es solo una aspiración, sino una promesa respaldada por acciones concretas”, enfatizó el presidente, subrayando la determinación de su Gobierno.
Educación y Desarrollo Comunitario
El mandatario también abordó la importancia de la educación como motor de cambio social. Programas como Escuelas Abiertas y Activas son parte de una estrategia más amplia que busca no solo mejorar la calidad educativa de los estudiantes, sino también impactar positivamente a las comunidades adyacentes. “La educación ambiental y la salud escolar son pilares de nuestra política educativa”, afirmó Abinader, quien destacó que estos esfuerzos tienen el potencial de transformar entornos y fomentar la participación de las comunidades en el proceso educativo.
Impulso Económico y Proyectos de Infraestructura
El mensaje del presidente no se limitó a la esfera social; también presentó un análisis del desempeño económico del país. Mencionó el fortalecimiento en sectores clave como las zonas francas, el turismo y las exportaciones, pilares fundamentales que, según él, son la base para alcanzar una renta per cápita de 15,000 dólares. Esta meta, ambiciosa pero alcanzable, busca elevar la clase media del 40% al 50% de la población dominicana. “Un crecimiento económico sostenible es esencial para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, afirmó el mandatario.
En el ámbito de infraestructura, Abinader destacó proyectos de mucha importancia como el Sistema Integrado de Transporte en la capital y el monorriel en Santiago de los Caballeros, que promete convertir a esta última en una de las ciudades mejor conectadas de América para el año 2026. “Estas inversiones son la columna vertebral de un futuro más accesible y dinámico para todos los dominicanos”, aseguró el presidente.
Metodología de Seguimiento: Un Enfoque Innovador
Consciente de los retos que enfrenta su administración, Abinader comunicó la implementación de un nuevo esquema de seguimiento denominado Unidades de Cumplimiento, inspirado en un modelo exitoso del Reino Unido. Esta metodología tiene como objetivo asegurar que las políticas públicas se cumplan según lo planificado, facilitando reportes, acompañamiento y decisiones rápidas sobre las prioridades. “Es crucial que hagamos un seguimiento exhaustivo de nuestras políticas para garantizar que estamos en el camino correcto”, declaró el presidente.
Reflexiones Finales: Un Futuro por Construir
Al concluir su mensaje, el presidente Abinader hizo énfasis en la importancia de la colaboración entre el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado para lograr estos objetivos. “La mejora de la calidad de vida de los dominicanos es una tarea de todos”, afirmó, instando a los ciudadanos a involucrarse activamente en los procesos de cambio.
Los compromisos asumidos por el mandatario son ambiciosos y, si se llevan a cabo con efectividad, tienen el potencial de transformar la realidad social y económica del país. Sin embargo, el camino hacia la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible está lleno de desafíos. La pregunta que muchos se hacen es si el Gobierno, junto a la población, podrá cumplir con esta visión para 2028.
Así, la República Dominicana se encuentra en un punto de inflexión, donde las promesas de hoy pueden ser la realidad de mañana, siempre y cuando exista un compromiso genuino por parte de todos los actores involucrados. La esperanza está en el aire, pero también una invitación a la acción, a la responsabilidad compartida en la construcción de un futuro más justo y próspero para cada dominicano.