La mayor aceptación de CEDIMAT reside en que sus ingresos son variables y dependen de la cantidad de pacientes atendidos, mientras que en los hospitales tradicionales el presupuesto y los salarios son fijos e independientes del nivel de desempeño.
SEGURIDAD SOCIAL PARA TODOS
ARISMENDI DIAZ SANTANA
Los resultados de una encuesta hecha a pacientes sobre 11 clínicas privadas del país, determinó que CEDIMAT es la empresa más admirada en el sector salud. Las entrevistas fueron hechas por READ Investigación y Consultoría y los resultados publicados por Diario Libre en el 2020.
A propósito de la celebración del 25 aniversario del Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y Telemedicina (CEDIMAT), nuestra Fundación ha consultado a sus miembros coincidiendo en una gran aprobación sobre los servicios, con algunas observaciones que vale la pena puntualizar.
“El servicio es excelente. Te cobran las diferencias que corresponden, sin sorpresas, aunque en ocasiones el copago está fuera de la gente común. Tienen médicos y especialistas de calidad, con buenos servicios y un trato más considerado, con modernos equipos y medios de diagnósticos.
Llegué con mi suegro por emergencia, no nos exigieron pagos adelantados y lo operaron a primera hora de la mañana. Luego de un intensivo de varios días y de un internamiento de una semana, nos informaron que el plan básico solo lo reciben para consultas, por lo que tuvimos que hacer el pago total. A pesar de esa situación, seguimos yendo porque su servicio está muy por encima de los demás hospitales.”.
“Hace un año operaron a mi esposa. El tema del cobro de depósito lo manejan muy sutil. Me invitaron a pasar por caja y solo la continuaron atendiendo cuando pagué el estimado de gastos no cubiertos por el seguro. Casi se adaptan a las tarifas del CNSS, muy inferiores a los 2,000 y 3,000 pesos de una consulta privada.
La calidad del servicio es excelente. Prefiero ese hospital equipado y funcional de autogestión cobrando diferencias razonables, a un hospital público gratis, pero carente de todo, con horarios limitados y sin garantía de nada. Lo lamentable es que no está al alcance de la clase pobre”.
“Fui dos veces a consulta y en ambos casos pagué 100 pesos de diferencia. Estuve internado varios días por una cirugía nasal. La cuenta hizo 252 mil pesos y me pidieron una diferencia mayor; reclamé y la ajustaron al tope de dos salarios mínimos como establece el CNSS. Hicimos un acuerdo de pago y todo quedó ahí. Las atenciones fueron excelentes y con muy buen servicio del personal”.
En lo personal, mi esposa y yo somos pacientes satisfechos. El sistema de citas y recordatorio hace que uno se sienta con derechos. Los médicos y enfermeras son muy profesionales. La calidad del servicio, su costo menor y un trato más considerado atraen a muchos más pacientes, con el riesgo de ralentizar la atención y los servicios.
“La principal crítica es que no acepta a los afiliados con solo el plan básico de salud, a pesar de recibir una subvención de 137 millones. Los afiliados del Régimen Contributivo de ARS SENASA tienen cobertura, pero CEDIMAT no atiende a los subsidiados. Y solo acepta a una parte de las ARS privadas.
Otra violación a la Ley 87-01. El párrafo del artículo 142 de la ley 87-01 dispone que los subsidios a los centros de salud se destinen a atender a los subsidiados. Pueden tener la mejor atención, pero no es accesible a los más necesitados”. Desde luego, corresponde a la SISALRIL y al CNSS hacer cumplir este mandato en todos los casos de violación.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) reconoce el rol positivo de CEDIMAT en este cuarto de siglo. Corrigiendo algunas fallas, constituye un modelo a implantar previsto en la Ley 87-01, para transformar a los viejos hospitales en centros de autogestión con ingresos según los servicios prestados.
La diferencia esencial entre CEDIMAT y los hospitales tradicionales reside en que sus ingresos son variables y dependen de la calidad y la cantidad de la demanda. En cambio, la baja calidad general de los hospitales se explica porque reciben un presupuesto y salarios fijos, sin tomar en cuenta el desempeño ni los servicios prestados. Esa diferencia explica el contraste entre la práctica en el hospital y en el consultorio privado. Así de simple.