Sobre la crisis climática, dijo se debe tomar en serio la descarbonización de las economías y consideró que los principales países productores de gases de efecto invernadero deben contribuir de manera proporcional a sus recursos y a su impacto, priorizando los fondos verdes y las regulaciones adoptadas en materia climática.
JULIO GUZMÁN ACOSTA
Desde el corazón mismo de Nueva York, bajo la emblemática sede de las Naciones Unidas, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, depositó este lunes un mensaje claro y urgente ante la comunidad internacional. En el marco de la 79° sesión de la Asamblea General, Abinader se dirigió a dignatarios y representantes de diferentes naciones durante la Cumbre del Futuro, instando a un actuar conjunto en la lucha contra la crisis climática y promoviendo un acceso equitativo a la inteligencia artificial, elementos que considera fundamentales para un desarrollo sostenible y justo.
“Hoy tenemos la oportunidad de dejar a un lado lo que nos divide y enfocarnos en lo que nos une”, afirmó el presidente, enfatizando la necesidad de romper las barreras que han debilitado la colaboración global. Con un tono firme, Abinader subrayó la importancia de acelerar la descarbonización de las economías, exigiendo que los países más contaminantes aporten según su capacidad para mitigar los efectos adversos del cambio climático, haciendo un llamado a priorizar los fondos verdes y las regulaciones medioambientales.
El discurso de Abinader también tocó un punto candente del desarrollo tecnológico contemporáneo: la inteligencia artificial. El mandatario enfatizó que, para aprovechar el potencial transformador de esta tecnología, debe ser accesible para todos. “Es esencial establecer un marco de soberanía digital y ética tecnológica que prevenga su uso como herramienta de explotación”, sentenció. Fue un recordatorio de que el avance tecnológico no debe profundizar las desigualdades existentes, sino convertirse en un catalizador de desarrollo en áreas como educación, salud y medio ambiente.
Además, el presidente dominicano no eludió una de las preocupaciones más urgentes del mundo actual: la paz y la estabilidad internacional. En sus palabras, compartió la imperiosa necesidad de que los organismos internacionales fortalezcan su papel en la promoción de la paz, brindando incentivos a las naciones para cumplir con normas básicas de convivencia. “Reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con el multilateralismo renovado y efectivo”, subrayó.
Abinader concluyó su intervención con un llamado a construir una nueva arquitectura financiera internacional, necesaria para garantizar el desarrollo y la resiliencia climática, asegurando que cada nación disponga de los recursos para enfrentar los retos del futuro. Su mensaje dirigido a la comunidad internacional fue bien acogido por los representantes presentes, un eco de urgencia y esperanza por un futuro en el que la colaboración y la solidaridad prevalezcan sobre el conflicto y la desconfianza.
Así, el presidente de la República Dominicana sembró en Nueva York una semilla de cambio, una invitación a unir fuerzas para que, en cada rincón del mundo, las generaciones presentes y futuras puedan disfrutar de un entorno más justo, equitativo y sostenible. La cumbre, circunscrita en un contexto de desafíos globales, se convirtió en un escenario donde la voz de un pequeño país alzó una bandera de esperanza y responsabilidad compartida.