THEO N. GUZMÁN
Monseñor Nouel – En un día soleado, con el canto de las aves y el susurro de la brisa acompañando cada paso, el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Paíno Henríquez, realizó su primera visita oficial al Parque Nacional Valle Nuevo. La razón de su presencia en esta zona, rica en biodiversidad y recursos hídricos, no era sólo apreciar su belleza natural, sino atender las alarmantes denuncias sobre intervenciones que amenazan su integridad.
La escena era un reflejo del compromiso gubernamental por proteger un entorno que no solo es un pulmón verde, sino la cuenca alta del Yuna, una de las fuentes de agua más importantes de la República Dominicana. Acompañado por el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Carlos Batista, y el general Ángel Alfredo Camacho Ubiera, director del Servicio Nacional de Protección Ambiental (SENPA), el ministro avanzó por la zona de Loma de Blanco observando el daño que ya se había perpetrado.
“Estamos verificando algunas denuncias que se han producido con respecto a intervenciones en áreas protegidas,” declaró Henríquez con un tono firme. Su compromiso con la preservación del entorno natural era palpable. “Mantener y proteger nuestras áreas protegidas a nivel nacional va a ser una prioridad,” añadió, mientras sus ojos se posaban en el horizonte, donde la belleza del paisaje colisiona con los estragos del progreso indiscriminado.
La conversación con Esteban Polanco, presidente de la Federación de Campesinos hacia el Progreso (FCHP), agregó un matiz humano al recorrido. Polanco, aliviado por la visita del ministro, expresó su satisfacción con la atención que se le está prestando a las denuncias de la comunidad. “Esto ha sido una gran sorpresa. Hace apenas una semana que estuvimos conversando,” comentó, resaltando la importancia de la transparencia y la cooperación entre las autoridades y los ciudadanos.
El recorrido no sólo fue una oportunidad para escuchar los reclamos de quienes habitan en las cercanías del parque, sino también un espacio para definir estrategias de conservación. Batista subrayó que la Federación forma parte del consejo de cogestión del Parque Nacional Valle Nuevo y se discutieron lineamientos para asegurar su protección.
El tema de la creación de un nuevo parque, el Parque Nacional Hoyo del Pino, surgió como un punto de interés durante la visita. Visionando un futuro donde las áreas protegidas se expanden y se enriquecen, el ministro se mostró optimista sobre el potencial de estas iniciativas.
La jornada continuó con una mirada atenta hacia otras cuencas del país, como la de los ríos Ozama e Isabela. Aquí, el ministro se comprometió a mejorar las condiciones del Parque Mirador Manantiales del Cachón de la Rubia y la cañada de la Puya de Arroyo Hondo. “Promover la conciencia ambiental y fomentar la participación ciudadana en la protección de espacios como este,” se convirtió en su mantra, una declaración de intenciones que fue bien acogida entre los presentes.
La instalación de biobardas en la Arenita de La Puya marcó una acción concreta en su agenda: una medida clave para combatir la contaminación por desechos sólidos en la cañada de Arroyo Hondo. Todo un símbolo de que la lucha por el medio ambiente es un frente que requiere tanto estrategia como acción.
En un clamor por el respeto a la naturaleza y a los que dependen de ella, la visita del ministro Paíno Henríquez fue vista como un signo de esperanza. La jornada en Valle Nuevo podría no ser solo una reacción ante una crisis ambiental, sino el inicio de un compromiso renovado por proteger y valorar la riqueza natural que define la esencia del país.