El juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, encargado de la investigación sobre la red social X, en una acto en Sao Paulo. — Carla Carniel / REUTERS
El pulso entre Elon Musk y la Corte Suprema de Brasil alcanzó este viernes su punto culminante con la suspensión de la red social X, después de que el magnate ignorara las órdenes del tribunal en una investigación sobre noticias falsas.
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En el caos de las redes sociales, donde la realidad y la ficción a menudo se entrelazan, el pulso entre Elon Musk, titán de la tecnología y propietario de la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, y la Corte Suprema de Brasil ha alcanzado un clímax inesperado. Este viernes, un tribunal brasileño tomó la drástica decisión de suspender la red social X, como consecuencia de la negativa de Musk a acatar órdenes judiciales en una investigación sobre la diseminación de noticias falsas, un tema candente que pone en jaque la democracia brasileña.
1. La investigación: milicias digitales contra la democracia
La saga comenzó en julio de 2021, cuando la Corte Suprema de Brasil inició una investigación para desmantelar lo que consideran una “organización criminal”. Este grupo, compuesto por milicias digitales, tiene como objetivo socavar las instituciones democráticas del país mediante la propagación de informaciones erróneas y discursos de odio en redes sociales. En el centro de esta controversia está la cuenta de X, desde donde se sospecha que fluyen mensajes perjudiciales para el Estado de Derecho. La pesquisa apunta a la conexión entre estas milicias y figuras políticas significativas, incluidos exintegrantes del gobierno de Jair Bolsonaro, quienes han estado bajo la lupa por presuntas conspiraciones para desestabilizar el gobierno actual liderado por Luiz Inácio Lula da Silva.
El objetivo del tribunal es claro: se busca que X elimine perfiles vinculados a la extrema derecha que podrían estar orquestando campañas desestabilizadoras. Sin embargo, el desafío presentado por Elon Musk es monumental. En su negativa a cumplir con las exigencias del tribunal, el magnate tecnológico ha sido acusado de obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación al crimen. “Elon Musk es un ser despreciable”, fueron algunas de las contundentes palabras de De Moraes, reflejando la tensión existente.
2. ¿Quién es Alexandre de Moraes?
El juez Alexandre de Moraes, la figura central de este conflicto, ha sido un baluarte contra la desinformación en Brasil. Desde su entrada a la Corte Suprema en 2017, ha mantenido una postura inflexible frente a la intolerancia y los discursos que amenazan el tejido democrático del país. Con un amplio historial en el ámbito judicial y político, De Moraes ha sido implacable en su lucha contra el extremismo, lo que lo ha convertido en un enemigo declarado del bolsonarismo. La invasión de sedes de los tres poderes por simpatizantes de Bolsonaro y la reciente trama golpista han sido dos de los frentes en los que De Moraes ha estado implicado.
De Moraes ha sido implacable contra los discursos de odio y antidemocráticos en internet, y ha insistido en que “la libertad de expresión no debe confundirse con impunidad para la agresión”.
3. El desafío de X y la postura de Musk
El conflicto escaló significativamente en agosto, cuando X cerró su oficina en Brasil para proteger a sus empleados de posibles encarcelamientos por desobedecer órdenes judiciales. En respuesta, De Moraes tomó medidas drásticas, embargando cuentas de Starlink, otra compañía de Musk que ofrece servicios de internet satelital, en un intento por hacer cumplir las multas impuestas a la red social. Durante este tira y afloja, Musk lanzó ataques en X contra De Moraes, tachándolo de “criminal” y “dictador”, lo que intensificó aún más el conflicto.
El 28 de agosto, el juez dio a Musk un ultimátum: nombrar un representante legal de X en Brasil en menos de 24 horas o arriesgarse a la suspensión de la red social. Finalmente, el tribunal cumplió con su amenaza este viernes, notificando la decisión de suspender X a través de la misma plataforma, un hecho sin precedentes en la historia judicial brasileña.
4. División entre los juristas
La actuación de De Moraes ha suscitado un debate acalorado en el ámbito jurídico. Mientras algunos abogan por una respuesta firme ante el desafío de Musk, otros critican la rapidez y la severidad con que se han dictado las órdenes. Algunos juristas argumentan que, aunque es esencial que las redes sociales cumplan con las leyes, los plazos cortos y las amenazas de encarcelamiento podrían poner en riesgo las garantías procesales. Sin embargo, otros, como Acacio Miranda, defiende la intervención como un medio necesario para proteger a los ciudadanos de ataques indiscriminados en la era digital.
5. Los números de X en Brasil
La suspensión de X representa una pérdida significativa para la plataforma: alrededor de 20 millones de usuarios activos en Brasil desaparecerán con su cierre temporal. Brasil, que alguna vez ocupó el sexto lugar entre los países más activos en X, se ve privado de una de las redes sociales más influyentes en el ámbito global. Para hacer cumplir el fallo, la Corte Suprema ha notificado a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), que deberá actuar en consecuencia, aunque algunos expertos creen que la implementación del bloqueo no será inmediata por cuestiones técnicas.
El enfrentamiento entre Elon Musk y la Corte Suprema de Brasil pone de relieve un dilema crucial en la intersección entre tecnología y política. La lucha contra la desinformación en la era digital no solo involucra a plataformas de redes sociales, sino también a figuras influyentes que desafían la autoridad de las instituciones. La saga entre Musk y el tribunal brasileño no solo es un capítulo de un conflicto personal, sino un reflejo de las tensiones más amplias y cruciales que enfrenta la democracia en la actualidad. A medida que el conflicto se desarrolla, el futuro de la libertad de expresión, la responsabilidad de las plataformas digitales y el frágil estado de la democracia en Brasil están en juego.