Una salida a la crisis de Venezuela pasa obligatoriamente porque se deje trabajar al Consejo Nacional Electoral (CNE) que es el órgano electoral responsable de todo el proceso electoral y que lo haga sin la injerencia extranjera.
AGENCIAS
La reciente juramentación de Luis Abinader para un segundo mandato en la República Dominicana ha trascendido más allá de una ceremonia protocolar, convirtiéndose en un evento de resonancia internacional con implicaciones significativas para la región latinoamericana.
La declaración emitida por representantes de más de veinte países en este contexto no solo refleja la solidaridad y el apoyo a la democracia dominicana, sino que también destaca la preocupante situación política en Venezuela.
La solicitud colectiva para que el gobierno venezolano respete la Convención de Caracas sobre asilo diplomático y los derechos de los votantes es un llamado a la acción que subraya la importancia del respeto a los principios democráticos y los derechos humanos.
La insistencia en la publicación inmediata de las actas de los comicios presidenciales venezolanos y la verificación imparcial e independiente de los resultados electorales reflejan una preocupación compartida por la integridad del proceso democrático.
La reelección de Nicolás Maduro, que ha sido cuestionada por la oposición y varios países, incluido Estados Unidos, pone de manifiesto la división y la tensión que prevalecen en la nación sudamericana.
La declaración conjunta de países como Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, entre otros, no solo condena la represión y la violencia postelectorales, sino que también aboga por una solución genuinamente venezolana a la crisis, una que priorice la democracia, la justicia y la paz.
Este llamado a la sensatez y la cordura en Venezuela es un eco de los esfuerzos históricos por el diálogo y el entendimiento para resolver conflictos graves. La declaración enfatiza la necesidad de honrar el legado de convivencia pacífica, seguridad pública y estabilidad política.
La coalición internacional expresa su apoyo a un diálogo amplio, inclusivo y de buena fe, esencial para facilitar un acuerdo político y la reconciliación nacional. Este momento crítico para Venezuela exige un compromiso renovado con los valores democráticos y el respeto a la voluntad del pueblo, elementos fundamentales para el progreso y la cohesión social en cualquier nación. La comunidad internacional permanece atenta y comprometida con el apoyo a la democracia y la gobernanza legítima en América Latina.