Por Ángel F. Guzmán
Kingston, 14 de marzo de 2024.– La Comunidad del Caribe (CARICOM) rechazó los intentos de grupos criminales por desestabilizar Haití y sabotear su frágil proceso político, en medio de una ola de violencia que ha desplazado a más de un millón de personas y puesto en riesgo el acuerdo de transición vigente.
En un comunicado oficial, la Secretaría del bloque calificó como «inaceptable» la amenaza de facciones armadas de tomar el poder por la fuerza, tras semanas de ataques coordinados que han dejado bajo control de bandas más del 80% de Puerto Príncipe, según estimaciones de la ONU.
Crisis humanitaria y llamado a la acción
El organismo alertó que la escalada violenta agrava la ya crítica crisis migratoria, reflejada en cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Además, instó a Naciones Unidas y actores globales a «reforzar urgentemente» la asistencia al país, respaldando tanto a las fuerzas locales como a la Misión de Seguridad Multinacional desplegada en el territorio.
CARICOM subrayó la importancia del acuerdo de transición –que busca restaurar el orden constitucional con elecciones antes de febrero de 2026– y adelantó que evalúa «medidas inmediatas» junto a sus Estados miembros.
Contexto crítico
Haití enfrenta su peor crisis en décadas: desde febrero, coaliciones armadas como G9 Familia y Aliados han bloqueado infraestructuras claves, exigiendo la renuncia del primer ministro interino, Ariel Henry. La situación ha paralizado servicios básicos y profundizado la emergencia humanitaria.
Mientras la comunidad internacional debate mecanismos de estabilización, CARICOM mantiene su postura: «La solución debe ser haitiana, pero requiere apoyo regional y global», concluye el texto.